Terapia sistémica
La terapia narrativa te ayuda a identificar tus valores, habilidades y conocimientos para ayudarte a resolver los problemas. Te ayuda a ser coautor de una nueva historia personal resiliente, de un significado y de una identidad para ti. Te separa del problema y te anima a confiar en tus propias habilidades para reducir los problemas. Te ayuda a desarrollar más autocompasión y a reducir el autoetiquetado y la autoculpabilización. La terapia sistémica le ayuda a resolver problemas en su vida personal, en sus relaciones y en sus interacciones con grupos y organizaciones.
Nuestros servicios de terapia están cuidadosamente diseñados para proporcionarle un entorno acogedor, de apoyo y productivo en el que pueda abordar y superar sus problemas de salud mental. A veces, estar en casa y en un entorno familiar puede tranquilizarle y ayudarle a aceptar la terapia, que suele ser el primer obstáculo al que se enfrentan los clientes. Podemos ofrecer evaluaciones y tratamientos eficaces y de alta calidad en cualquier lugar del Reino Unido.
Nuestro enfoque centrado en la persona pone su bienestar mental por encima de todo y le proporciona la atención y los cuidados personalizados que necesita. Tras una evaluación exhaustiva de sus necesidades y circunstancias únicas, desarrollaremos un plan de tratamiento en línea a medida que le permitirá gestionar su enfermedad de forma eficaz.
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Con la terapia sistémica, tú y tu terapeuta habláis de tu propia posición dentro de tu círculo social. ¿Cómo te relacionas con los demás y cómo puedes influir en tu posición “dentro del sistema” de forma positiva?
La terapia relacional y la terapia familiar son dos formas específicas de esta psicoterapia. Juntas también se conocen como terapia familiar/sistémica. El tratamiento tiene dos principios básicos. El primero es que todo el mundo forma parte de uno o varios grupos de personas. Dicho grupo se denomina sistema social. La terapia sistémica suele ocuparse del sistema familiar en el que uno se ha criado o del que todavía forma parte.
El segundo principio es que los distintos miembros (de la familia) se influyen mutuamente, y que los problemas de unos y otros se mantienen a través de su interacción. Las interacciones poco saludables dentro del sistema social pueden tener un efecto negativo en el bienestar mental de sus miembros.
Otra forma de terapia sistémica es el trabajo sistémico. Se parece mucho a la terapia sistémica, pero con mayor énfasis en el aquí y el ahora. Cuando el terapeuta y el paciente hablan, también se convierten en un sistema y durante su interacción se pueden examinar y discutir los patrones. Las constelaciones familiares son una forma de trabajo sistémico.
Ejemplos de hipótesis sistémicas
El tratamiento médico sistémico de los pacientes con esófago de Barrett tiene como objetivo controlar los síntomas y reducir el riesgo de complicaciones, incluidas las relacionadas con el daño péptico y (potencialmente) la progresión a adenocarcinoma.
El esófago de Barrett no complicado no es en sí mismo una causa de los síntomas; de hecho, los pacientes con esófago de Barrett pueden tener una sensibilidad reducida a la acidificación del esófago, sino que éstos se deben a los efectos del reflujo gastroesofágico en la mucosa escamosa situada por encima del esófago de Barrett y a la regurgitación del reflujo[1].
Como grupo, los pacientes con Esófago de Barrett tienen una mayor exposición al ácido que los pacientes con enfermedad por reflujo menos grave desde el punto de vista endoscópico[2][3] Los principios generales del tratamiento médico sistémico para los síntomas son esencialmente idénticos al tratamiento de las formas más graves de esofagitis por reflujo sin evidencia de Esófago de Barrett.
La calidad de la evidencia en la evaluación del control de los síntomas específicamente en pacientes con Esófago de Barrett es pobre, con pocos ensayos aleatorios comparativos. La mayor parte de la información procede de estudios observacionales y de los brazos de tratamiento médico de estudios comparativos con la terapia quirúrgica o de estudios sobre otros aspectos de la terapia (por ejemplo, la regresión de la metaplasia o el control del pH intraesofágico).
Sintoma en terapia sistemica en línea
El contexto de las terapias sistémicas es la matriz del significado. Como afirman Watzlawick et al. (1967) en Pragmática de la comunicación humana, quizá el texto más conocido del enfoque sistémico, “un fenómeno sigue siendo inexplicable mientras el campo de observación no sea lo suficientemente amplio como para incluir el contexto en el que se produce el fenómeno” (Watzlawick et al., 1967, pp. 20-21). Pero, ¿en qué medida debe ampliarse el campo de observación? Hasta ahora, las terapias sistémicas no tienen ninguna indicación detallada al respecto, pero sí fomentan la idea de que el campo de observación debe ampliarse al menos a los contextos triádicos y, en consecuencia, al desarrollo de la heurística triádica.
Una de las especificidades que todavía distingue a los terapeutas sistémicos de sus colegas de otros enfoques es el uso de al menos esquemas triádicos para la explicación de los síntomas y las conductas disfuncionales relacionadas (Flaskas, 2012). Casi todos los pioneros de las terapias sistémicas y familiares colocaron la tríada en la base de sus teorías y prácticas. Haley (1969), afirmaba que la tríada era la unidad mínima de observación dentro del enfoque sistémico. Antes, Weakland (1960) había proporcionado una interpretación triádica del doble vínculo (Bateson et al., 1956), un concepto central de las terapias sistémicas emergentes. Los triángulos y las triangulaciones también estaban en el centro de los desarrollos clínicos de muchos terapeutas familiares, incluyendo a Zuk (1969), Bowen (1966, 1978), Minuchin (Minuchin et al., 1967; Minuchin, 1974), y Selvini Palazzoli et al. (1978, 1980).