Miedos extraños
Al abrir la puerta, se encontró con su compañero de piso en el pasillo. Sin mediar palabra, ambos se dirigieron directamente a la puerta principal. Toby se puso las zapatillas de deporte que todavía estaban junto a la puerta después de haber corrido esa misma noche.
Para muchos, tener miedo de algo -ya sea una araña, grupos grandes o hablar en público- significa evitarlo por completo. Nos desviamos de nuestro camino para esquivar cualquier lugar en el que pueda esconderse una araña, evitamos los eventos que atraen a demasiada gente y rechazamos todas las invitaciones para hablar en público.
Con el tiempo, evitar un factor de estrés se convierte en un patrón que se hace exponencialmente más difícil de romper. Y aunque seguir evitando las arañas en la medida de lo posible puede no tener demasiado impacto en tu vida, evitar otros miedos puede hacerte perder nuevas oportunidades y crecimiento personal.
“La terapia de exposición se basa en la idea de que enfrentarse repetidamente a tus miedos los hará menos temibles y dominantes. A menudo la comparo con una vacuna contra la alergia: si te expusieras a una tonelada de un alérgeno de una sola vez, abrumaría tu sistema. Sin embargo, si recibes sólo un poco de esa sustancia irritante cada semana durante un largo periodo de tiempo, tu cuerpo aprenderá gradualmente a defenderse de ella. La terapia de exposición funciona de la misma manera: te acercarás gradualmente a tu miedo de una forma segura y metódica que te ayudará a sentirte menos ansioso con el tiempo.”
Cómo lidiar con el miedo extremo
Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Los investigadores aún no tienen claro qué causa exactamente las fobias. Los estudios más recientes muestran que es probable que exista una compleja interacción de factores que incluyen la genética, la química del cerebro, los desencadenantes ambientales y el comportamiento aprendido. Los dos enfoques principales para tratar las fobias son el uso de medicamentos y la psicoterapia.
El modelo médico hace hincapié en los componentes genéticos y químicos del cerebro de las fobias. Los medicamentos se prescriben para reducir los síntomas asociados a las fobias. Los estudios demuestran que en las fobias, los enfoques cognitivo-conductuales tienden a ser más eficaces a largo plazo que los enfoques farmacológicos.
Hay dos clases de medicamentos antidepresivos que a veces se utilizan para tratar las fobias: los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Aunque los antidepresivos se asocian más comúnmente con el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo, como la depresión, también tienen efectos ansiolíticos que pueden ser útiles en las fobias.
Miedos irracionales
El miedo de las personas al objeto o a la situación es tan grave que pueden experimentar síntomas físicos de ansiedad, e incluso tener ataques de pánico, cuando se enfrentan a él, o incluso cuando anticipan tener que enfrentarse a él.
El adulto que padece la fobia sabe que su miedo al objeto o a la situación es excesivo o irracional. Las fobias simples repercuten en la capacidad de los afectados para funcionar, ya sea en el trabajo, en la vida social o en los estudios, y les causan una gran angustia.
Las fobias específicas son muy comunes, ya que el 10-20% de la población desarrolla una fobia a lo largo de su vida. Las fobias suelen empezar en la infancia, pero pueden aparecer a cualquier edad. Las fobias son aproximadamente dos veces más comunes entre las mujeres que entre los hombres,
El tratamiento psicológico de las fobias incluye: educación sobre la ansiedad, respiración lenta para controlar la hiperventilación y entrenamiento en relajación (por ejemplo, relajación muscular progresiva, relajación isométrica), terapia de exposición graduada y terapia cognitiva.
Tenga en cuenta que es importante consultar a un profesional de la salud mental cualificado, como un psicólogo o un psiquiatra, para confirmar cualquier diagnóstico que crea que pueda tener. No debe confiar en la información de este sitio como sustituto del asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. No se puede garantizar que la información de este sitio incluya siempre los avances o investigaciones más recientes con respecto a un tema concreto.
Cómo superar una fobia
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Las fobias no requieren tratamiento a menos que causen una angustia clínicamente significativa o que el miedo le impida trabajar, realizar las tareas diarias necesarias o tener relaciones interpersonales saludables. Por ejemplo, si vive en los EE.UU. y tiene miedo a los tigres, podría evitar el zoo en lugar de gastar tiempo y dinero en el tratamiento de la fobia.
La mayoría de las formas de este tipo de trastorno de ansiedad pueden tratarse con éxito. Sin embargo, ningún método de tratamiento funciona para todas las fobias. Si busca tratamiento, los métodos exactos que utiliza el terapeuta para ayudarle pueden variar. A continuación se describen algunos tipos comunes de terapia para tratar las fobias.
Una persona que tiene una fobia cree que la situación temida es intrínsecamente peligrosa. Esta creencia conduce a pensamientos automáticos negativos que se producen tan pronto como se encuentra la situación temida y los pensamientos automáticos conducen a una reacción conductual fóbica.