El principio de la Gestalt
La Terapia Gestalt es una mezcla única de enfoques existencial, fenomenológico (centrado en el presente) y procesal-experiencial desarrollada por el Dr. Fritz Perls y la Dra. Laura Perls. Fritz y Laura emigraron de Alemania a Sudáfrica durante la Segunda Guerra Mundial y finalmente se establecieron en Nueva York, Estados Unidos, en la década de 1950. En 1951 Perls, Hefferline y Goodman escribieron el libro más importante sobre la Terapia Gestalt y se creó el primer grupo de formación en Nueva York.
En los años transcurridos desde la creación del primer grupo de Nueva York con Fritz Perls, Laura Perls, Paul Goodman, Isadore From y otros, la teoría y la metodología de la Terapia Gestalt han sido ampliadas por numerosas personas y centros de todo el mundo.
Tiene en cuenta la totalidad del individuo y el contexto ambiental como inseparables en el tratamiento del malestar humano. Se centra en la conciencia del momento, en vivir en el presente y en la propiedad de nuestras respuestas internas y externas al entorno.
La Terapia Gestalt es un enfoque relacional y orientado al crecimiento para ayudar a las personas en su desarrollo de la autoconciencia. Se exploran nuevas opciones para vivir una vida plena y significativa en un proceso experiencial y relacional.
Terapia de la realidad
La terapia Gestalt fue desarrollada por Fritz Perls, su esposa, Laura Perls y Paul Goodman en la década de 1940. Se trata de una forma de terapia experiencial y humanista, diseñada originalmente como alternativa al psicoanálisis convencional. La palabra Gestalt viene del alemán y significa forma, figura, conjunto.
Es una terapia centrada en la persona y hace hincapié en la aceptación incondicional del cliente por parte del terapeuta y en el uso de la empatía. También reconoce que no hay nadie que sea 100% objetivo, ni siquiera el terapeuta, que también está influenciado por su contexto y sus experiencias. El contexto de la persona afectará a la experiencia, por lo que comprender el contexto es vital para entender al cliente. La terapia Gestalt ayuda al cliente a pasar de la manipulación del entorno en busca de apoyo, al autoapoyo. También ayuda al cliente a reintegrar todas las partes repudiadas de su personalidad; todos aquellos aspectos de uno mismo que se han proyectado en los demás porque sentimos que no forman parte de lo que somos.
La terapia Gestalt se basa en tres principios: el Aquí y Ahora, la Conciencia y la Autorresponsabilidad. El hecho de centrarse en el aquí y el ahora no niega ni reduce los acontecimientos pasados ni las posibilidades futuras; de hecho, el pasado está íntimamente ligado a la experiencia presente. La idea es evitar quedarse en el pasado o anticipar el futuro con ansiedad. Las experiencias del pasado pueden abordarse en las sesiones de terapia, pero el terapeuta y el cliente se centrarán en explorar qué factores hicieron que un recuerdo concreto surgiera en este momento, o cómo el momento presente se ve afectado por las experiencias del pasado. Prestar atención al cuerpo y tomar conciencia de sus sutiles cambios de postura también trae al cliente al presente y le ayuda a comprender la conexión entre los cuerpos físico y emocional. Por último, está el elemento de la autorresponsabilidad, en el que el cliente aprende a hacerse responsable de su vida y deja de culpar a los demás o a las circunstancias de su malestar, recuperando así el poder y, por tanto, la posibilidad de utilizarlo a su antojo.
Terapia basada en el apego
Hace varios años, asistí a una recepción para un miembro del profesorado que habíamos contratado recientemente en nuestro departamento. Acababa de terminar su doctorado y éste sería su primer trabajo académico. Había recibido su formación en el Medio Oeste en un programa conocido por su énfasis en la terapia cognitivo-conductual (TCC). En una conversación individual, me preguntó por mi orientación teórica. Le dije que era terapeuta Gestalt. Hizo una pausa, pareció un poco confusa y luego dijo: “¿Terapia Gestalt? ¡De verdad! Creía que ya nadie hacía eso”.
No es fácil ser un terapeuta Gestalt, especialmente cuando enseñas y supervisas en un programa de doctorado de psicología en Estados Unidos. A veces me encuentro con individuos, como mi antiguo colega de la facultad, que creen que la terapia Gestalt está extinguida. Más a menudo me encuentro con individuos que tienen una imagen anticuada y desequilibrada de lo que es (o era) la Gestalt. A Fritz Perls, el cofundador de la terapia Gestalt, se le puede atribuir esta imagen inexacta, que ha sido difícil de recalibrar 47 años después de su muerte.
Técnica de la silla vacía
La terapia Gestalt es una forma de terapia influyente y popular que ha tenido un impacto en la cultura y la sociedad mundial. Es una amalgama de diferentes teorías y técnicas, recopiladas y perfeccionadas a lo largo de los años por muchas personas, entre las que destaca su fundador, Fritz Perls.
Aunque la terapia gestáltica se considera a menudo una “terapia marginal”, es aplicable en diversos entornos, desde la clínica hasta el vestuario o la sala de juntas. Siga leyendo para conocer esta apasionante terapia.
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La terapia Gestalt es un concepto voluminoso de definir. Empecemos con una definición de Charles Bowman (1998, p. 106), un estudioso y practicante de la terapia gestalt. Presentaremos la definición completa y luego desglosaremos sus partes: