Cómo se utiliza la ozonoterapia para tratar la COVID-19 en
El ozono es un gas natural descubierto en la década de 1840. Muchos científicos pensaron que era un gas más en la composición de la Tierra. La cosa es que el ozono se ha encontrado para tener todo tipo de implicaciones médicas y ayuda en diversas enfermedades y problemas de salud.
El ozono es un gas natural. Su estructura química consta de tres átomos de oxígeno, es incoloro y se cree que tiene muchos efectos terapéuticos cuando se administra por vía intravenosa. Pero, ¿a qué tipo de enfermedades y problemas ayuda el ozono intravenoso? Veamos la variedad de ellos para ver si la ozonoterapia IV es adecuada para usted.
Los profesionales utilizan la ozonoterapia en todo el mundo y lo han hecho durante más de 100 años y todavía lo hacen en Europa y Asia. El ozono puede ser administrado a través de inyecciones específicas para el lugar y por vía intravenosa. Mientras que las inyecciones específicas del sitio pueden ayudar al dolor de las articulaciones y la curación de heridas, el ozono IV trata enfermedades como trastornos inmunológicos, trastornos respiratorios y diabetes, y mata las bacterias y los virus, lo que puede ayudar en la irradiación de algunas enfermedades.
Un estudio de 2018 descubrió que “el ozono mezclado con sangre e inyectado a las personas redujo significativamente su carga viral durante un período de dos años. Una carga viral más baja significa que hay menos virus, lo que puede mejorar la salud a largo plazo.”
Los beneficios de la ozonoterapia | Dr. Howard Liebowitz
Encontrar el tratamiento adecuado para la artritis puede ser una propuesta difícil. Al fin y al cabo, esta enfermedad es actualmente la principal causa de dolor y discapacidad en todo el mundo, por lo que, tras su diagnóstico, vivir lo mejor posible tiene que empezar por el tratamiento perfecto. Hoy en día, muchos están recurriendo a la ozonoterapia para ayudar con esta enfermedad, y se está mostrando prometedora para muchos pacientes.
La ozonoterapia es una forma de inyectar ozono en el cuerpo. A veces llamada autohemoterapia, los médicos utilizan el ozono, un gas natural, y lo mezclan con su propia sangre. A continuación, lo reinyectan en el cuerpo en un intento de ayudar al organismo a lidiar mejor con los síntomas de la artritis.
La terapia de ozono para la artritis tiene muchos beneficios. En primer lugar, puede ayudar a mejorar la cantidad de oxígeno en los tejidos de su cuerpo porque sus células tienen una mayor capacidad para mover el oxígeno de un lugar a otro. Sin embargo, más que eso, ayuda a modular su sistema inmunológico. Eso puede significar que tiene más capacidad para combatir condiciones problemáticas que podrían irritar su artritis y aumentar los niveles de inflamación en su cuerpo.
Tratamiento de la caída del cabello: TERAPIA DE OZONO | Dr. Firdavs Ahmedov
El ozono es uno de los gases más importantes de la atmósfera. Proporciona un mecanismo de filtro protector contra los rayos ultravioleta con alta carga energética emitidos por el sol y ayuda a mantener el equilibrio biológico en la biosfera. Después de la década de 1960, la creciente contaminación del agua potable con productos químicos se ha convertido en un problema intenso. Tras darse cuenta de los efectos limpiadores y desinfectantes del ozono, éste se ha utilizado para limpiar el agua. Además, el ozono se ha utilizado en muchas áreas de la industria.
El ozono (O³) es una molécula de 3 átomos y una forma de oxígeno (O²) de muy alta energía. El ozono es gaseoso a temperatura ambiente. Es un gas incoloro con un olor característico que puede percibirse después de una tormenta, en lugares altos o en la orilla del mar.
Las especies reactivas del oxígeno provocan daños oxidativos en las células en función de la edad. Esta condición se denomina estrés oxidativo aumentado. En estudios recientes, se ha demostrado que los productos que se producen por la administración de ozono con bajas dosis de oxígeno reactivo al cuerpo juegan un papel en los mecanismos biológicos, especialmente en la comunicación intracelular, en bajas cantidades (niveles fisiológicos) y median los efectos terapéuticos. Como resultado de las aplicaciones repetidas de bajas dosis de ozono, el sistema antioxidante se fortalece y se desarrolla la resistencia al estrés oxidativo.
Ozonoterapia
El uso del ozono médico en el tratamiento del dolor crónico se está extendiendo progresivamente en España y hoy en día se utiliza tanto en centros médicos públicos como privados. Sin embargo, existe un gran desconocimiento sobre esta tecnología no sólo en atención primaria sino también en las especialidades médicas. A pesar de que sus bases bioquímicas están bien determinadas y de que existen varias revisiones sistemáticas y meta-análisis en la literatura que justifican su uso en la medicina del dolor, algunos profesionales siguen teniendo prejuicios al respecto. El nivel de evidencia del uso del ozono médico según los criterios de SIGN (Scotish Intercollegiate Guideline Network) es similar o superior a la mayoría de las técnicas utilizadas en una Unidad del Dolor. En este trabajo hemos realizado una revisión sobre la ozonoterapia en medicina del dolor, recopilando la evidencia publicada al respecto.
La ozonoterapia es el uso del ozono médico como sustancia terapéutica en patologías con hipoxia crónica, inflamación y desequilibrio redox en las que el ozono ha demostrado ser eficaz (Baeza et al., 2015). El ozono médico es una mezcla de oxígeno y ozono obtenida a partir del oxígeno médico mediante el uso de un dispositivo médico: un generador de ozono médico aprobado por un Organismo Notificado según la Directiva Europea 93/42 y la normativa nacional (RD 1591/2009). Los generadores de ozono médico para uso parenteral están clasificados en el epígrafe IIB de la clasificación de productos sanitarios de la normativa comunitaria. La ozonoterapia en medicina es una realidad creciente, y cada vez son más los profesionales que utilizan el ozono médico como herramienta terapéutica para diferentes enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo crónico y la inflamación, incluyendo el dolor crónico.