El efecto de las emociones negativas en la memoria es
ResumenSe sabe que la música evoca emociones a través de una serie de mecanismos, pero la investigación empírica sobre los mecanismos que subyacen a las diferentes emociones es escasa. Este estudio investigó cómo varían las experiencias afectivas ante la música y las imágenes cuando son inducidas por recuerdos personales o por meras características del estímulo. Antes del experimento, se pidió a los participantes que seleccionaran ocho tipos de estímulos según distintos criterios relativos al mecanismo de inducción de la emoción y la valencia. En el experimento, los participantes (N = 30) evaluaron sus experiencias afectivas con el material elegido por ellos mismos. Se registró el EEG durante toda la sesión. Los resultados mostraron ciertos efectos de interacción del mecanismo (memoria vs. características del estímulo), la valencia emocional del estímulo (agradable vs. desagradable) y la modalidad del estímulo (música vs. imágenes). Aunque los efectos fueron principalmente similares en la música y las imágenes, los resultados sugieren que cuando se trata de recuerdos personales, se experimentaron emociones positivas más fuertes en el contexto de la música, incluso cuando la música se experimentó como desagradable. En general, la memoria potenció las emociones sociales específicamente en condiciones agradables. En cuanto a la tristeza y la melancolía, las características del estímulo no evocaron experiencias negativas; sin embargo, estas emociones aumentaron fuertemente con la participación de la memoria, particularmente en la condición de música desagradable. El análisis de los datos del EEG corroboró los hallazgos al relacionar la actividad theta frontomedial con el material que evoca la memoria.
Memoria autobiográfica
Esta imagen muestra los lugares de inyección y la expresión de las construcciones virales en las dos zonas del cerebro estudiadas: la circunvolución dentada del hipocampo (centro) y la amígdala basolateral (esquinas inferiores).
Esta imagen muestra los lugares de inyección y la expresión de las construcciones virales en las dos zonas del cerebro estudiadas: la circunvolución dentada del hipocampo (centro) y la amígdala basolateral (esquinas inferiores).
The GuardianPhilip Ball, de The Guardian, habla con el estudiante de posgrado Steve Ramírez sobre la posibilidad de que los neurocientíficos puedan algún día sustituir los malos recuerdos por los buenos. “Veo un mundo en el que podemos reactivar cualquier tipo de memoria que queramos, o borrar los recuerdos no deseados”, dice Ramírez.
BBC NewsUn equipo dirigido por el profesor Susumu Tonegawa manipuló eficazmente las emociones asociadas a ciertos recuerdos en ratones, informa Jonathan Webb de BBC News. “Activando artificialmente los circuitos del cerebro, los científicos han convertido los recuerdos negativos en positivos”, escribe Webb.
Juego de memoria de las emociones
La cuestión de cómo nuestro cerebro memoriza las experiencias cotidianas lleva décadas intrigando a psicólogos cognitivos y neurocientíficos. Entre una serie de teorías que intentan explicar cómo codificamos y posteriormente recordamos la información, se ha observado una curiosa influencia sobre la codificación de la memoria: nuestro estado emocional en el momento en que ocurre un acontecimiento puede afectar a nuestra capacidad de memorizar detalles del mismo.
Es más, se cree que las emociones desempeñan un papel importante a la hora de determinar si podemos recuperar un recuerdo almacenado en el momento en que intentamos revisarlo. Por ejemplo, se ha comprobado que si nos ponemos en el mismo estado de ánimo que teníamos cuando presenciamos un acontecimiento, suele tener un efecto positivo en nuestras posibilidades de recordar detalles específicos relacionados con él.
Parece que las situaciones cargadas de emoción pueden llevarnos a crear recuerdos más duraderos del suceso. Cuando nos llevan a experimentar sentimientos de alegría, ira u otros estados de ánimo, los recuerdos vívidos suelen ser más posibles que durante situaciones cotidianas en las que sentimos poco o ningún apego emocional a un acontecimiento.
Por qué están conectadas las emociones y la memoria
La mayoría de la gente puede recordar dónde estaba el 11 de septiembre o qué tiempo hacía el día en que nació su primer hijo. Los recuerdos sobre los acontecimientos mundiales del 10 de septiembre, o el almuerzo del martes pasado, hace tiempo que se han borrado.
El miedo, en este contexto, no es sólo un sentimiento momentáneo, sino una experiencia de aprendizaje fundamental para nuestra supervivencia. Cuando una nueva situación nos hace sentir miedo, el cerebro registra los detalles en nuestras neuronas para ayudarnos a evitar situaciones similares en el futuro o a tener la precaución adecuada.
“Vimos que es la sincronía la que es crítica para establecer la memoria del miedo, y cuanto mayor es la sincronía, más fuerte es la memoria”, añade Jiménez. “Estos son los tipos de mecanismos que explican por qué se recuerdan los acontecimientos destacados”.
Todavía se desconoce cómo y cuándo se produce la sincronización, pero la respuesta podría revelar el funcionamiento interno del cerebro que crea recuerdos para toda la vida y conducir a nuevos tratamientos para el trastorno de estrés postraumático.
“En las personas con TEPT, muchos acontecimientos similares les recuerdan la situación aterradora original”, dice Hen, “y es posible que la sincronización de sus neuronas se haya vuelto demasiado fuerte. Estamos tratando de profundizar en los mecanismos de formación de los recuerdos emocionales para encontrar mejores tratamientos para las personas con TEPT y los trastornos de la memoria en general.”
