La importancia de las emociones
¿Ha notado alguna vez la similitud entre las palabras emoción y motivación? No es casualidad. La raíz latina, -mot, significa “movimiento”. Esta similitud lingüística le ayudará a entender la relación entre las concepciones psicológicas de emoción y motivación. En muchos casos, una emoción es algo que te motiva. Por ejemplo, si estás contento, te animas a hacer algo que crees que te ayudará a mantener el sentimiento de felicidad. Si estás enfadado, puedes estar motivado para actuar de forma agresiva contra la persona que te ha hecho enfadar.
Este módulo explora dos temas, la emoción y la motivación, que no encajan claramente en el subcampo de la psicología social. La emoción no encaja, tal vez, porque podría merecer ser un subcampo por sí mismo. Algunos observadores han señalado que, históricamente, la cognición (un subcampo) y la emoción se han disputado la posición de primacía psicológica. Aunque la cognición ha “ganado” en muchos campos, se puede argumentar a favor de la importancia de la emoción sobre la cognición (Zajonc, 1998). Por ejemplo, la emoción parece mucho más crítica para la supervivencia que la cognición. Gracias a nuestras respuestas emocionales podemos reconocer algo como amenazante o seguro, mucho antes de reconocer lo que es. Si la emoción merece al menos la misma atención que la cognición, no parece justo que a la cognición se le asigne todo un subcampo mientras que la emoción se encasilla en el que mejor encaja entre los subcampos existentes, la psicología social.
Psicología de la motivación
Numerosos estudios se han centrado en el efecto de la motivación sobre el rendimiento en el trabajo. El objetivo de este trabajo es evaluar el papel, en cierto modo ignorado, de las emociones positivas y negativas como posibles mediadores de esta asociación crítica.
El estudio longitudinal empleó un modelo multinivel para evaluar los efectos de la motivación, las emociones y la satisfacción laboral en el rendimiento laboral. En total, 116 encuestados proporcionaron 1.044 respuestas en nueve puntos de medición consecutivos.
Los resultados indicaron que las emociones positivas y la satisfacción laboral median la asociación positiva entre la motivación autónoma y el rendimiento. Al mismo tiempo, las emociones negativas y la disminución de la satisfacción en el trabajo mediaron en las asociaciones negativas entre la motivación controlada y el rendimiento laboral.
Los resultados abordan únicamente el análisis intra-sujeto y entre sujetos de las variaciones temporales de las emociones y el comportamiento. Los estudios futuros pueden incluir niveles de análisis más altos, como los contextos de grupo, equipo y organización.
Qué es la motivación
La motivación para realizar un determinado comportamiento puede provenir de factores internos y/o externos. Se han propuesto múltiples teorías sobre la motivación. Las teorías más orientadas a la biología tratan de la forma en que los instintos y la necesidad de mantener la homeostasis corporal motivan el comportamiento. Bandura postuló que nuestro sentido de autoeficacia motiva los comportamientos, y hay una serie de teorías que se centran en una variedad de motivos sociales. La jerarquía de necesidades de Abraham Maslow es un modelo que muestra la relación entre múltiples motivos que van desde las necesidades fisiológicas de nivel inferior hasta el nivel muy alto de autorrealización.
El hambre y la saciedad son procesos muy regulados que hacen que la persona mantenga un peso bastante estable y resistente al cambio. Cuando se consumen más calorías de las que se gastan, la persona almacena el exceso de energía en forma de grasa. El hambre y la saciedad están influenciados por el hipotálamo y otras señales del organismo. Los factores socioculturales que enfatizan la delgadez como ideal de belleza y la predisposición genética contribuyen al desarrollo de trastornos alimentarios en muchas mujeres jóvenes, aunque los trastornos alimentarios abarcan todas las edades y géneros.
Significado de la motivación
Algunos de nuestros motivos para actuar son biológicos, mientras que otros tienen un origen personal y social. Estamos motivados para buscar comida, agua y sexo, pero nuestro comportamiento también se ve influido por la aprobación social, la aceptación, la necesidad de alcanzar logros y la motivación para asumir o evitar riesgos, por nombrar algunos (Morsella, Bargh y Gollwitzer, 2009).
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La motivación puede experimentarse como algo interno. Las variables biológicas se originan en el cerebro y el sistema nervioso de una persona y las variables psicológicas que representan propiedades de la mente de una persona – necesidades psicológicas.
Las fuentes externas de motivación suelen entenderse en términos de variables ambientales, como los incentivos o los objetivos. Nuestras fuentes internas de motivación interactúan con las fuentes externas para dirigir el comportamiento (Deckers, 2014).
