¿Es la terapia visual un engaño?
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La terapia visual (VT), u optometría conductual, es un término general para los tratamientos de medicina alternativa que utilizan ejercicios oculares, basados en la afirmación pseudocientífica de que los problemas de visión son la verdadera causa subyacente de los problemas de aprendizaje, especialmente en los niños[1] La terapia visual no ha demostrado ser eficaz mediante estudios científicos, excepto para ayudar con la insuficiencia de convergencia. [2] La mayoría de las afirmaciones -por ejemplo, que la terapia puede tratar las dificultades neurológicas, educativas y espaciales- carecen de pruebas que las respalden[3]. Ni la Academia Americana de Pediatría ni la Academia Americana de Oftalmología apoyan el uso de la terapia visual[4][5].
La terapia visual se basa en la proposición de que muchos de los problemas de aprendizaje de los niños se basan en problemas de visión, y que éstos pueden curarse realizando ejercicios oculares. La terapia visual carece de pruebas sólidas, se ha caracterizado como una pseudociencia y su práctica como charlatanería[6][1].
Terapia visual para niños
Descrita a menudo como una especie de “fisioterapia” para los ojos, la terapia visual es una serie de ejercicios destinados a ayudar a los niños cuyos ojos no funcionan correctamente. Aunque tengan una visión 20/20, estos niños pueden tener problemas para enfocar o seguir cosas en el mundo, por ejemplo, para atrapar una pelota o seguir una línea de texto en una página. La promesa de la terapia visual, también conocida como entrenamiento visual, es que puede ayudar a entrenar los ojos del niño para que trabajen juntos de forma más eficiente.
Sin embargo, la terapia visual es un campo emergente. Todavía hay mucha controversia en torno a ella, especialmente en lo que se refiere a su papel para ayudar a los niños con problemas de aprendizaje. La terapia visual no está avalada como una terapia eficaz o científicamente validada por oftalmólogos o pediatras.
El Boston Children’s Hospital es uno de los pocos hospitales pediátricos del país que se ha aventurado en el campo de la terapia visual. David G. Hunter, MD, PhD, oftalmólogo jefe del Boston Children’s, explica: “Aunque muchos oftalmólogos piensan que la terapia visual no funciona -realmente creen que los profesionales se aprovechan de los pacientes que necesitan ayuda-, he visto suficientes éxitos en el tratamiento que creo que hay que estudiarlo. Aquí, en el Children’s, queremos ofrecer este servicio a nuestros pacientes en lugar de no darles otra opción que buscar ayuda en otra parte, y al mismo tiempo estudiar su eficacia.”
Qué es la terapia visual para adultos
“Terapia visual” es un término utilizado por los optometristas. Los optometristas definen la terapia visual como un intento de desarrollar o mejorar las destrezas y habilidades visuales; mejorar la comodidad, la facilidad y la eficacia visual; y cambiar el procesamiento visual o la interpretación de la información visual. Un programa de terapia visual optométrica consiste en ejercicios de refuerzo supervisados en la consulta y en casa que se realizan durante semanas o meses. Además de los ejercicios, pueden utilizarse lentes (“gafas de entrenamiento”), prismas, filtros, parches, dianas electrónicas o tablas de equilibrio.
Muchos estudios científicos han demostrado que la coordinación ocular, la motilidad y el procesamiento visual son normales en los niños con dislexia. La evidencia científica no apoya el uso de ejercicios oculares o de terapia visual conductual/perceptiva para mejorar el rendimiento educativo a largo plazo en niños con problemas de aprendizaje.
Cuando un profesor observa que un alumno tiene problemas con la escritura o la lectura oral fluida, puede creer que el niño tiene un problema de visión. Un error común es creer que la dislexia es un problema de inversión de letras o palabras. Las inversiones de letras o palabras y la escritura en espejo se dan en los primeros lectores y escritores normales. Los niños con dislexia no son especialmente propensos a las inversiones. Por lo tanto, aunque se produzcan, la inversión de letras o palabras y la escritura en espejo no se incluyen en la definición de dislexia. Se ha demostrado que las inversiones de letras y palabras y la omisión de palabras son un síntoma, no una causa, de los trastornos de la lectura y se ha demostrado que son el resultado de deficiencias lingüísticas más que de trastornos visuales o perceptivos. Los niños con dislexia suelen perderse mientras leen porque les cuesta descodificar una combinación de letras o palabras y/o por falta de comprensión, no por una “anomalía de seguimiento”.
¿Vale la pena la terapia visual?
A veces se aconseja a los padres de niños con dificultades en la escuela que hagan una evaluación del niño para que reciba terapia visual, entrenamiento visual u otros ejercicios oculares. En esta sección, el doctor David Hunter, oftalmólogo jefe del Hospital Infantil de Boston, y la doctora Aparna Raghuram, optometrista del Hospital Infantil, describen qué pacientes pueden optar al tratamiento.
La terapia visual es un tratamiento que se utiliza generalmente para los niños que tienen problemas con la lectura o en la escuela. Este tratamiento no suele ser prescrito por los médicos (oftalmólogos – MD), sino que es prescrito por los optometristas (OD) que se especializan en esta área. Muchos oftalmólogos aconsejan a sus pacientes que la terapia visual no tiene ningún beneficio, y aunque es cierto que hay pocos ensayos aleatorios y controlados que demuestren el beneficio, puede haber algunos casos en los que la terapia visual puede ser útil. Aquí en el Boston Children’s Hospital ofrecemos formas limitadas de terapia visual, y ahora nos estamos preparando para realizar estudios que intentarán validar científicamente estos tratamientos.
