Terapia conductual para el autismo cerca de mí
La terapia cognitivo-conductual se basa en el concepto de que los pensamientos, los sentimientos, las acciones físicas y las sensaciones están interrelacionados. También funciona sobre la base de que las opiniones y los sentimientos indeseables pueden potencialmente atrapar a un individuo en un círculo vicioso y que el cambio de los patrones negativos puede ayudar a un individuo a mejorar la forma en que se siente acerca de varias cosas. El uso de la terapia cognitivo-conductual permitirá al cliente autoexplorar e identificar qué factores de la vida están causando problemas o preocupaciones específicas. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a los niños con trastorno del espectro autista a superar las barreras sociales y de comunicación si los niveles de ansiedad que sienten han disminuido. Las habilidades sociales y el manejo de conductas desafiantes como la ansiedad y la regulación emocional también son importantes y serán útiles para que los niños con trastorno del espectro autista mejoren el uso del lenguaje/habla, la comunicación/interacciones sociales y la gravedad de los síntomas.
Allari, L., & Allari, R. (2020). Consejería con énfasis en Psicología de la Salud: Terapia cognitivo-conductual para niños del espectro autista. Revista de Investigación en Psicología, 2(3), 95-110. https://doi.org/10.31580/jrp.v2i3.1722
Terapia cognitivo-conductual, autismo cerca de mí
Aunque una descripción de la TCC para los Trastornos del Espectro Autista (TEA) requeriría un gran volumen (como mínimo), vamos a destacar varias áreas importantes a tener en cuenta cuando se trabaja con personas con un trastorno del espectro autista (TEA). En primer lugar, unas palabras sobre lo que no hacemos en la TCC para TEA: no tratamos el TEA en sí mismo. La TCC no hará que alguien sea neurotípico, ni debería hacerlo. En su lugar, nos centramos en cuestiones secundarias que están relacionadas con la experiencia de la vida en el espectro autista: depresión, acoso, estrés, ira, agresión, ansiedad, déficit de habilidades sociales y apoyo social limitado.
Las personas con TEA tienen estilos cognitivos y conductuales únicos, que varían según la gravedad de sus síntomas de TEA. Por lo tanto, al igual que con cualquier cliente, adaptamos y ajustamos de forma creativa la TCC para satisfacer los puntos fuertes y las necesidades del individuo. Las personas del espectro del TEA suelen tener un pensamiento muy concreto, por lo que tenemos que modificar la TCC estándar para que sea más experimental y concreta de lo habitual. Los individuos que se encuentran en el extremo cognitivo más alto del funcionamiento pueden beneficiarse de una mezcla de estrategias cognitivas y conductuales, pero cuando su funcionamiento está más deteriorado, el terapeuta resta importancia a las técnicas cognitivas. Las ideas que se describen a continuación pueden ser más adecuadas para un cliente de alto funcionamiento, pero la mayoría pueden hacerse más concretas para alguien cuyo estilo cognitivo hace que el pensamiento abstracto sea aún más difícil.
Tratamiento del autismo
Juntos, el terapeuta, la persona con trastorno del espectro autista (TEA) y/o los padres establecen objetivos específicos para el curso de la terapia. A lo largo de las sesiones, la persona con autismo aprende a identificar y cambiar los pensamientos que conducen a sentimientos o comportamientos problemáticos en situaciones concretas.1,2
La terapia cognitivo-conductual está estructurada en fases específicas de tratamiento. Sin embargo, también se individualiza según los puntos fuertes y débiles de los pacientes. Las investigaciones demuestran que esta terapia ayuda a las personas con algunos tipos de TEA a lidiar con la ansiedad. También puede ayudar a algunas personas con autismo a enfrentarse a situaciones sociales y a reconocer mejor las emociones.
Qué es el autismo
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma de terapia diseñada para tratar los trastornos mentales mediante la identificación y el cambio de comportamientos poco saludables y perjudiciales. Se basa en la idea de que los comportamientos son aprendidos y que, por lo tanto, pueden cambiarse.
Como su nombre indica, la terapia cognitivo-conductual se refiere tanto a la cognición o el pensamiento como al comportamiento. Uno de los principios básicos de la TCC es que los pensamientos y sentimientos no están determinados por la situación, sino por la interpretación de la misma. Por lo tanto, los comportamientos negativos suelen estar causados por pensamientos irreales que desencadenan sentimientos y emociones falsas. A través de la terapia cognitivo-conductual, los pacientes pueden aprender diferentes estrategias que les ayuden a cambiar su forma de interpretar y responder a una situación.
La TCC ha demostrado su eficacia en el tratamiento de una amplia gama de trastornos psicológicos como la ansiedad, los trastornos de pánico, la depresión, los trastornos alimentarios, el estrés postraumático, el trastorno obsesivo-compulsivo, la psicosis y el trastorno bipolar. Más recientemente, también se ha utilizado para tratar otras afecciones, como el trastorno del espectro autista.