F.e.a.r. wikipedia
Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
El miedo es una emoción humana natural, poderosa y primitiva. Según la investigación psicológica, implica una respuesta bioquímica universal y una elevada respuesta emocional individual. El miedo nos alerta de la presencia de un peligro o de la amenaza de un daño, tanto si ese peligro es físico como psicológico.
A veces el miedo proviene de amenazas reales, pero también puede tener su origen en peligros imaginarios. Aunque el miedo es una respuesta natural a algunas situaciones, también puede provocar angustia y trastornos cuando es extremo o desproporcionado con respecto a la amenaza real.
El miedo es una emoción natural y un mecanismo de supervivencia. Cuando nos enfrentamos a una amenaza percibida, nuestro cuerpo responde de forma específica. Las reacciones físicas al miedo incluyen la sudoración, el aumento del ritmo cardíaco y los altos niveles de adrenalina que nos hacen estar extremadamente alerta.
Cómo superar el miedo
¿Qué causa el miedo? ¿Qué tipos de miedo compartimos todos? ¿Qué significa para nuestro cuerpo? ¿Por qué sentimos el miedo físicamente? Profundice en las complejidades de esta emoción, a menudo abrumadora, y en cómo puede verla desde una perspectiva más positiva.
El miedo es una emoción que ha desempeñado un papel importante en nuestra evolución y supervivencia. Puede ser aplastantemente fuerte y paralizante, pero también es necesario para nuestra seguridad. De hecho, algunos tipos de miedo que experimentamos hoy en día siguen estando estrechamente vinculados a nuestra necesidad instintiva de supervivencia, como los miedos comunes a las alturas y a los insectos.
El miedo es una reacción increíblemente visceral, pensada a lo largo de los años para mantenernos alejados de los depredadores y darnos el impulso necesario para luchar cuando es necesario. Hoy en día, los estímulos que provocan el miedo son a veces muy diferentes, pero la respuesta corporal es la misma. Tanto si el miedo es causado por algo que no pone en peligro la vida, como una película de miedo o una reunión abrumadora en el trabajo, como si es algo más peligroso, como estar al borde de un acantilado, seguimos sintiéndolo físicamente.
Miedo y ansiedad
Es a partir de la semejanza de las acciones externas de los animales con las que nosotros realizamos, que juzgamos que su interior también se parece al nuestro; y el mismo principio de razonamiento, llevado un paso más allá, nos hará concluir que, puesto que nuestras acciones internas se parecen entre sí, las causas, de las que se derivan, también deben ser semejantes. Por lo tanto, cuando se avanza cualquier hipótesis para explicar una operación mental, que es común a los hombres y a las bestias, debemos aplicar la misma hipótesis a ambos.
Affec Sci 3, 182-189 (2022). https://doi.org/10.1007/s42761-021-00099-xDownload citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Cómo afrontar el miedo extremo
La montaña rusa vacila durante una fracción de segundo en la cima de su empinada pista tras una larga y lenta subida. Sabes lo que está a punto de ocurrir, y ya no hay forma de evitarlo. Es el momento de agarrarse a la barandilla, con las palmas de las manos sudadas y el corazón acelerado, y prepararse para el salvaje descenso.
El miedo es una de las emociones humanas más básicas. Está programado en el sistema nervioso y funciona como un instinto. Desde que somos bebés, estamos equipados con los instintos de supervivencia necesarios para responder con miedo cuando percibimos un peligro o nos sentimos inseguros.
El miedo nos ayuda a protegernos. Nos hace estar alerta ante el peligro y nos prepara para afrontarlo. Sentir miedo es muy natural -y útil- en algunas situaciones. El miedo puede ser como una advertencia, una señal que nos advierte de que debemos tener cuidado.
Cuando percibimos el peligro, el cerebro reacciona al instante, enviando señales que activan el sistema nervioso. Esto provoca respuestas físicas, como una aceleración de los latidos del corazón, una respiración rápida y un aumento de la presión arterial. La sangre bombea a los grupos musculares para preparar el cuerpo para la acción física (como correr o luchar). La piel suda para mantener el cuerpo fresco. Algunas personas pueden notar sensaciones en el estómago, la cabeza, el pecho, las piernas o las manos. Estas sensaciones físicas de miedo pueden ser leves o fuertes.