Terapia de infusión que es

¿Es lo mismo la quimioterapia que la terapia de infusión?

Cuando uno está enfermo, los antibióticos orales, que se tragan en forma de pastilla o líquido, son una gran solución para que uno se sienta mejor lo antes posible. Pero, ¿qué ocurre si tiene una enfermedad crónica o una infección grave que no responde a los antibióticos orales? ¿O una afección que le impide físicamente tragar la medicación?

Cuando su médico le recomienda una terapia de infusión, también conocida como terapia intravenosa, puede parecer confuso al principio. Sin embargo, es simplemente una forma de administrar la medicación que no puede tomarse por vía oral. En lugar de recibir la medicación por vía oral, la terapia de infusión se utiliza para administrar la medicación directamente en el torrente sanguíneo a través de un catéter intravenoso, o IV.

“Una vía intravenosa es un pequeño catéter de plástico que se introduce con una aguja en una vena bajo la piel. El catéter permite a las enfermeras introducir la medicación directamente en su sistema circulatorio”, dijo Brandy Collins, Directora Adjunta de los Servicios de Atención de Infusión del Sistema de Salud de Iredell.

El equipo de cuidados de infusión de Iredell atiende a unos 150 pacientes a la semana, proporcionando medicamentos que salvan y mantienen la vida a adultos de 18 años o más. Las enfermeras del centro de infusión trabajan muy estrechamente con los médicos de la comunidad para proporcionar la mejor y más segura atención posible.

Para qué sirve la terapia de infusión

En los últimos años se han alcanzado nuevos estándares para los productos farmacéuticos infusionables con la llegada de los productos precargados, listos para usar y con dosis específicas. La presentación aséptica avanzada, con envases herméticos, permite una esterilidad predecible, facilidad de uso, mejor control y menores costes totales. Esencialmente, la sistematización del mecanismo de administración y la estandarización del envase de administración[2].

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La terapia de infusión implica la administración de medicamentos a través de una aguja o un catéter. Normalmente, “terapia de infusión” significa que un medicamento se administra por vía intravenosa o subcutánea. El término puede referirse a los casos en que los fármacos se suministran por otras vías de administración no orales, como la inyección intramuscular y la administración epidural (en las membranas que rodean la médula espinal).

Hasta la década de 1980, los pacientes que recibían una terapia de infusión a menudo tenían que permanecer en un entorno de hospitalización durante la duración de su terapia. Las nuevas tecnologías y el mayor énfasis en la contención de costes en la atención sanitaria, así como los avances en la administración clínica de la terapia, llevaron a estrategias para administrar la terapia de infusión en entornos alternativos (en clínicas y en casa) en un esfuerzo por reducir los reingresos hospitalarios[3].

¿Qué enfermedades se tratan con la terapia de infusión?

Recibir medicación mediante terapia de infusión es un método de administración de un fármaco mediante una aguja o un catéter insertado en una vena. En el hospital, la terapia de infusión se utiliza habitualmente cuando un paciente no puede tomar medicamentos por vía oral o para tratamientos en los que la vía intravenosa es más eficaz. Algunos ejemplos son para tratar infecciones serosas, cáncer, deshidratación, enfermedades gastrointestinales o enfermedades autoinmunes. La terapia de infusión puede tener que continuarse después del alta o incluso iniciarse como paciente externo para tratar ciertas enfermedades e infecciones.

Normalmente, la “terapia de infusión” es la administración de un fármaco por vía intravenosa, pero el término también puede referirse a situaciones en las que los fármacos se suministran mediante inyecciones en los músculos o directamente en la médula espinal (epidural). Una sesión de terapia de infusión puede durar desde menos de una hora hasta tres horas, dependiendo del fármaco y de lo que se esté tratando.

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El coste de la terapia de infusión puede ser un obstáculo para algunos pacientes. Recibir infusiones en el hospital suele costar hasta el doble que la terapia en un centro de infusión ambulatorio. Para los pacientes que necesitan varios tratamientos durante un periodo prolongado, su mejor opción puede ser realizarlo en instalaciones especializadas como los centros de infusión. Estos centros suelen ser más cómodos y privados que el hospital y suelen ser menos costosos.

Efectos secundarios de la terapia de infusión

La terapia intravenosa (abreviada como terapia IV) es una técnica médica que administra líquidos, medicamentos y nutrientes directamente en la vena de una persona. La vía de administración intravenosa se utiliza habitualmente para la rehidratación o para proporcionar nutrientes a quienes no pueden, o no quieren -debido a un estado mental reducido o a otros motivos-, consumir alimentos o agua por vía oral. También puede utilizarse para administrar medicamentos u otras terapias médicas, como productos sanguíneos o electrolitos para corregir desequilibrios electrolíticos. Los intentos de administrar terapia intravenosa se registran desde el año 1400, pero la práctica no se generalizó hasta la década de 1900, tras el desarrollo de técnicas para un uso seguro y eficaz.

La vía intravenosa es la forma más rápida de administrar medicamentos y reponer líquidos en todo el cuerpo, ya que se introducen directamente en el sistema circulatorio y, por tanto, se distribuyen rápidamente. Por este motivo, la vía de administración intravenosa también se utiliza para el consumo de algunas drogas recreativas. Muchas terapias se administran en forma de “bolo” o dosis única, pero también pueden administrarse en forma de infusión o goteo prolongado. El acto de administrar una terapia por vía intravenosa, o de colocar una vía intravenosa (“IV line”) para su uso posterior, es un procedimiento que sólo debe realizar un profesional cualificado. El acceso intravenoso más básico consiste en una aguja que atraviesa la piel y entra en una vena que se conecta a una jeringa o a un tubo externo. Esto se utiliza para administrar la terapia deseada. En los casos en los que es probable que un paciente reciba muchas intervenciones de este tipo en un periodo corto (con el consiguiente riesgo de traumatismo en la vena), la práctica normal es insertar una cánula que deja un extremo en la vena, y las terapias posteriores pueden administrarse fácilmente a través de un tubo en el otro extremo. En algunos casos, se administran múltiples medicamentos o terapias a través de la misma línea intravenosa.

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