Etapas de la psicoeducación
La psicoeducación es una intervención psicoterapéutica basada en la evidencia que tiene como objetivo desarrollar el conocimiento y la comprensión de un individuo y su familia sobre una condición de salud mental con el fin de mejorar su manejo y capacidad de afrontamiento.1 La psicoeducación es una forma sencilla de terapia; no requiere que los profesionales tengan una base teórica muy desarrollada, se adapta fácilmente al entorno clínico y se dirige a objetivos terapéuticos específicos.1
Los profesionales que imparten psicoeducación se centran especialmente en los denominadores comunes entre los objetivos de la terapia, en los conocimientos de los libros de texto sobre las enfermedades mentales y en las opiniones de los clientes sobre el curso de su tratamiento.2 Este tipo de intervención puede utilizarse con tanta frecuencia como a diario para fomentar la responsabilidad, la atención proactiva y la concienciación de los clientes y para reducir sus sentimientos de culpa, impotencia y negación.1 La psicoeducación dota a las personas y a sus familias de la información y las habilidades que necesitan para hacer frente a una serie de enfermedades mentales.
Psicoeducación depresión
La psicoeducación es un componente importante de cualquier programa de psicoterapia, así como de cualquier visita al médico. La psicoeducación, como su nombre indica, es la educación sobre una determinada situación o condición que provoca estrés psicológico. No se trata necesariamente de una psicoterapia, ya que no trata exclusivamente de “enfermedades psicológicas o mentales”, sino de cualquier condición que usted o un familiar o amigo esté experimentando. Por ejemplo, el cáncer de mama no es una enfermedad mental, sin embargo, una persona con cáncer de mama puede sentirse ansiosa, desanimada y asustada por su condición y, por lo tanto, se dice que el cáncer está provocando estrés psicológico. Hay muchas maneras de combatir el estrés psicológico, una de ellas es aprender sobre la enfermedad. Una vez que una persona entiende mejor la enfermedad, se siente más en control de la situación y esto, a su vez, reduce el estrés asociado a ella.
La psicoeducación suele ser llevada a cabo por un psicólogo o cualquier persona experta en la condición específica que el individuo está experimentando y que tiene experiencia en psicoterapias. Un médico también puede aplicar cierto grado de psicoeducación cuando diagnostica una enfermedad o afección.
Psicoeducación frente a psicoterapia
La psicoeducación (un portmanteau de educación psicológica) es una intervención terapéutica basada en la evidencia para los pacientes y sus seres queridos que proporciona información y apoyo para comprender y afrontar mejor la enfermedad. La psicoeducación se asocia con mayor frecuencia a las enfermedades mentales graves, como la demencia, la esquizofrenia, la depresión clínica, los trastornos de ansiedad, las enfermedades psicóticas, los trastornos de la alimentación, los trastornos de la personalidad y el autismo, aunque el término también se ha utilizado para programas que abordan enfermedades físicas, como el cáncer[1][2].
La psicoeducación que se ofrece a los pacientes y a los familiares enseña habilidades para la resolución de problemas y la comunicación y proporciona educación y recursos en un entorno empático y de apoyo. Los resultados de más de 30 estudios indican que la psicoeducación mejora el bienestar de la familia, reduce las tasas de recaída y mejora la recuperación[3].
Los familiares de personas con enfermedades mentales graves (SMI) suelen participar en el inicio, la defensa y el apoyo de la atención de salud mental de su pariente. Pueden ser empujados a desempeñar el papel de gestores de casos, supervisores de la medicación, planificadores financieros o coordinadores de la vivienda con poca educación o apoyo para prepararlos. La psicoeducación familiar impartida por profesionales es un recurso potencial tanto para las personas con SMI como para sus familiares, diseñada para involucrar, educar y apoyar a los miembros de la familia para que puedan ayudar mejor a la persona con SMI en el manejo de su enfermedad[4][5][2] La importancia de la participación de la familia y la eficacia de la psicoeducación familiar es reconocida por las directrices de las mejores prácticas para el tratamiento de las personas con enfermedades mentales graves[6].
Qué es la psicoeducación en el trabajo social
La psicoeducación fue originalmente un enfoque para educar a los usuarios de todo tipo de servicios de salud mental y a sus familiares sobre su condición, los problemas que puede causar y las diversas opciones de tratamiento (Walsh, 2010).
Al responder a sus “porqués”, la psicoeducación capacita a los usuarios de los servicios de salud mental para que participen activamente en las decisiones que se toman sobre su atención y pretende mejorar el cumplimiento del tratamiento. Hoy en día, la psicoeducación también se ha convertido en un componente importante del asesoramiento y la psicoterapia, y en este artículo analizaremos por qué.
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Las intervenciones de psicoeducación en terapia implican proporcionar a los clientes información sobre conceptos psicológicos, sus problemas específicos y las relaciones entre el pensamiento, la emoción y el comportamiento.