Café artritis reumatoide
El TNF es una citoquina proinflamatoria que desempeña un papel importante en la patogénesis de diversas enfermedades autoinmunes, incluida la AR. En la actualidad, hay tres agentes anti-TNF aprobados en Canadá para el tratamiento de la AR: adalimumab, etanercept e infliximab. Los agentes anti-TNF se distinguen ampliamente por sus estructuras y mecanismos de acción. El infliximab es un anticuerpo monoclonal quimérico, mientras que el adalimumab es un anticuerpo totalmente humano. El etanercept es una molécula recombinante, producida por la fusión de una porción Fc de inmunoglobulina G (IgG) humana con dos receptores TNF-α humanos.
El TNF también activa los macrófagos, que fagocitan y destruyen las micobacterias y otros patógenos a través de vías dependientes e independientes del óxido nítrico11. Se ha demostrado que los ratones deficientes en esta vía de señalización son muy susceptibles a la infección por Listeria12,13, así como por Klebsiella pneumoniae y Streptococcus pneumoniae, ambas causas frecuentes de neumonía en humanos14,15. Por tanto, el uso de agentes anti-TNF para tratar la AR puede comprometer las respuestas inmunitarias normales contra las enfermedades infecciosas.
Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad
ResumenLas terapias biológicas han revolucionado el tratamiento de las enfermedades reumáticas en la última década. Sin embargo, como ocurre con cualquier fármaco, la elección y el uso de estos agentes se ven afectados por una serie de problemas de seguridad importantes. Algunas cuestiones, como el riesgo de infección, malignidad o reacciones de administración, se aplican a todos estos compuestos, aunque algunas condiciones que afectan a la selección y el manejo de los pacientes dentro de estas categorías parecen ser específicas de determinados tratamientos biológicos. Otros problemas de seguridad de los agentes biológicos, como la insuficiencia cardíaca congestiva, la enfermedad desmielinizante y la hiperlipidemia, están asociados a agentes individuales. A pesar de todas estas preocupaciones, los índices terapéuticos de los agentes biológicos siguen siendo bastante altos en relación con los DMARD no biológicos. En este manuscrito se revisan los datos de seguridad disponibles para todos los agentes biológicos aprobados para el tratamiento de la artritis reumatoide. Con una selección cuidadosa de los pacientes y una vigilancia adecuada por parte de los médicos tratantes y otros proveedores de atención, estos compuestos pueden integrarse con seguridad en el plan terapéutico.Puntos clave
Dmards biológicos
A medida que se envejece, las afecciones crónicas o la composición genética pueden provocar inflamación y rigidez en las articulaciones. Esto se conoce como artritis, y afecta al 23% de los adultos en EE.UU. Aunque hay diferentes tipos de artritis, la artritis reumatoide es una de las más comunes. Pero la AR no sólo afecta a las articulaciones. También puede afectar a la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. Por eso es importante encontrar una solución que alivie sus síntomas, como el tratamiento de terapia biológica.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que daña el revestimiento de las articulaciones. El sistema inmunitario ataca los tejidos del cuerpo, causando inflamación e hinchazón dolorosa de las articulaciones y otras partes del cuerpo. También puede provocar la erosión de los huesos y la deformación de las articulaciones.
Además de los medicamentos, su médico puede sugerirle terapia ocupacional para ayudarle a aliviar la rigidez con ejercicios diarios. Y, si su enfermedad es grave, la cirugía también puede ser una opción, como la sinovectomía, la reparación de tendones, la fusión articular o la sustitución total de la articulación.
Definición de biológico
ResumenLos tratamientos biológicos han revolucionado el control de la enfermedad en los pacientes con artritis reumatoide (AR). En teoría, tienen el potencial de influir en las enfermedades comórbidas asociadas a la AR a través de un mejor control de la inflamación sistémica. A la inversa, la comorbilidad puede ser un efecto adverso de los fármacos. Las últimas evidencias de datos observacionales muestran un mayor riesgo de infección en los primeros 6 meses de tratamiento con terapias de inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNFi) y potencialmente otras terapias biológicas. Las tasas de infección después de los primeros 6 meses disminuyen y son comparables a las de los pacientes con AR tratados con fármacos antirreumáticos sintéticos convencionales (csDMARDs). Los TNFi también parecen reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en estos pacientes, en particular la cardiopatía isquémica. El tratamiento con TNFi puede estar asociado a un pequeño aumento del riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas de la piel; en cuanto a otros cánceres, las tasas no parecen ser diferentes a las observadas en los pacientes tratados con csDMARDs. Hay pocos datos sobre el impacto de otras terapias biológicas y el efecto de todas ellas en otras comorbilidades comunes.