Reseñas sobre la terapia craneosacral
La medicina osteopática destaca la creencia de que el cuerpo tiene una capacidad innata para curarse a sí mismo.1 Combinando esta creencia con la evidencia y las prácticas terapéuticas modernas, como la atención plena, la psicología somática y la psicología energética, los terapeutas pueden utilizar las respuestas naturales del cuerpo para promover una mayor salud y bienestar. Esta ideología es la esencia de la terapia craneosacral biodinámica.
Según la Asociación de Terapia Craneosacral Biodinámica de Norteamérica, “la terapia craneosacral biodinámica es una sesión suave, no invasiva y manual para todo el cuerpo”.2 La teoría craneosacral biodinámica es un enfoque holístico del tratamiento que pretende que las fuerzas naturales del cuerpo establezcan un orden para la creación, el desarrollo y el mantenimiento de los sistemas corporales.3 Existe un movimiento sutil de flujo y reflujo en los tejidos, los fluidos y los huesos del cuerpo que trabaja de forma inteligente para mantener el cuerpo funcionando correctamente. Este movimiento se denomina respiración primaria, o la marea media.4
Los factores internos y externos tienen el potencial de interrumpir esta respiración primaria. Cuando un individuo está expuesto a un estrés prolongado o experimenta algún tipo de trauma o shock, puede sobrepasar los mecanismos y recursos de afrontamiento de la mente y el cuerpo. Los procesos de defensa en los sistemas nervioso y neuroendocrino autónomos se imprimen e interrumpen el flujo natural de energía del cuerpo. De este modo, el cuerpo físico retiene estos recuerdos traumáticos.4
Youtube terapia craneosacral
Acerca de la terapia craneosacralLa terapia craneosacral es un método suave de detección y corrección que estimula sus propios mecanismos naturales de curación para disipar los efectos negativos del estrés en su sistema nervioso central. Aunque la validez de los ritmos cardiovascular y respiratorio es indiscutible hoy en día, durante siglos la existencia de estos sistemas provocó debates en las comunidades médicas de todo el mundo. Desde 1970, el médico osteópata e investigador John E. Upledger es partidario de utilizar el ritmo de otro sistema corporal -el sistema craneosacral- para mejorar el funcionamiento del cuerpo y ayudar a aliviar el dolor y el malestar.El sistema craneosacral está formado por las membranas y el líquido cefalorraquídeo que rodean y protegen el cerebro y la médula espinal. Se extiende desde los huesos del cráneo, la cara y la boca, que conforman el cráneo, hasta el sacro, o la zona del hueso de la cola.Dado que este sistema vital influye en el desarrollo y el funcionamiento del cerebro y la médula espinal, un desequilibrio o una restricción en él podría causar cualquier número de discapacidades sensoriales, motoras o neurológicas. Estos problemas pueden incluir dolor crónico, dificultades oculares, escoliosis, problemas de coordinación motora, problemas de aprendizaje y otros problemas de salud.
Cómo hacer terapia craneosacral en uno mismo
La terapia craneosacral (TCS) u osteopatía craneal es una forma de terapia alternativa que utiliza el tacto suave para palpar las articulaciones sinartrodiales del cráneo. La terapia craneosacral es una pseudociencia y su práctica se ha calificado de charlatanería[1][2]. Se basa en conceptos fundamentales erróneos sobre la fisiología del cráneo humano y se promueve como una cura para una serie de enfermedades[3][4][5].
La investigación médica no ha encontrado pruebas fehacientes de que la TSC o la osteopatía craneal aporten ningún beneficio para la salud, y pueden ser perjudiciales, sobre todo si se utilizan en niños o bebés[4][7][8] Los supuestos básicos de la TSC no son ciertos, y los profesionales elaboran diagnósticos contradictorios y mutuamente excluyentes de los mismos pacientes[9].
Los practicantes de la TSC afirman que es eficaz en el tratamiento de una amplia gama de afecciones, y a veces afirman que es una cura para el cáncer, o una cura para todo[3][5][8] Los practicantes defienden especialmente el uso de la TSC en niños[5] La Sociedad Americana del Cáncer advierte que la TSC nunca debe utilizarse en niños menores de dos años[4] Los pediatras han expresado su preocupación por el daño que la TSC puede causar a los niños y a los bebés[8].
Liberación miofascial
Sesenta y cuatro pacientes con lumbalgia crónica inespecífica (edad media ± DE, 50 ± 12 años; 66% mujeres) que fueron remitidos a fisioterapia en una unidad clínica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Almería (España).
Se analizó la discapacidad (Cuestionario de Discapacidad de Roland Morris [RMQ, resultado primario] e Índice de Discapacidad de Oswestry), la intensidad del dolor (escala numérica de calificación del dolor de 10 puntos), la kinesiofobia (Escala de Kinesiofobia de Tampa), la resistencia isométrica de los músculos flexores del tronco (prueba de McQuade), la movilidad lumbar en flexión, la saturación de oxígeno de la hemoglobina, la presión arterial sistólica, la presión arterial diastólica, las medidas hemodinámicas (índice cardíaco) y la estimación bioquímica del líquido intersticial. Estos resultados se registraron al inicio, después del tratamiento y al mes de seguimiento.
No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos para el resultado principal del estudio, el RMQ (p = 0,060). Sin embargo, los pacientes que recibieron la terapia craneosacral experimentaron una mayor mejora en la intensidad del dolor (p ≤ 0,008), la saturación de oxígeno de la hemoglobina (p ≤ 0,028) y la presión arterial sistólica (p ≤ 0,029) a corto y medio plazo y el nivel de potasio sérico (p = 0,023) y magnesio (p = 0,012) a corto plazo que los que recibieron el masaje clásico.