Cbt para la baja autoestima: un ejemplo de caso
¡No eres lo suficientemente bueno! ¡No vales nada! ¡No eres digno de ser amado! ¿Te gustaría decir estas frases a otra persona? ¡Por supuesto que no! Estas palabras son duras y pueden destruir la autoestima de cualquiera. Como seres humanos, es nuestra responsabilidad ser amables con los demás. Mientras intentas ser amable con los demás, no olvides tratarte bien a ti mismo también. Imagina ser positivo con todo el mundo menos contigo mismo. Pues esto es lo que ocurre con la mayoría de las personas que tienen una baja autoestima.
Las personas que sufren de falta de autoestima se perciben a sí mismas y al mundo que las rodea de forma negativa. Se centran más en sus debilidades y defectos que en sus puntos fuertes. La falta de confianza en sí mismos hace que estas personas se pierdan la belleza y los aspectos positivos de la vida. Además de infligir dolor emocional y dañar la imagen de uno mismo, la baja autoestima también provoca problemas físicos relacionados con la postura.
La buena noticia es que la autoestima puede reforzarse con la ayuda de terapeutas/psicólogos/consejeros. Buscar ayuda de profesionales formados permite identificar los agentes causantes de la baja autoestima y gestionarlos en consecuencia.
Plan de tratamiento de la baja autoestima
La autoestima no sólo es un tema popular en la investigación psicológica, sino que es algo con lo que casi todos tratamos -e incluso luchamos- en ciertos momentos de nuestras vidas. ¿La razón de esta mayor atención tanto en la investigación como en la vida personal? La autoestima está estrechamente relacionada con el bienestar, lo que significa que cuanto más sana sea nuestra autoestima, mejor nos sentiremos en general.
La autoestima es la forma en que nos valoramos y vemos a nosotros mismos. Pero es algo más que nuestra opinión sobre nuestro aspecto; es lo mucho que nos respetamos y lo dignos que nos sentimos en comparación con los demás. La autoestima suele ser una autoevaluación y, por tanto, un sentimiento autogenerado.
La autoestima puede influir en muchos aspectos de nuestra vida, como la capacidad de tomar decisiones, de hacernos valer, de probar cosas nuevas, de superar errores y mucho más. Aprender a desarrollar una autoestima sana es una parte esencial de nuestra salud mental general.
Todo el mundo tiene ataques de baja autoestima de vez en cuando, pero no la vida de todo el mundo se ve gravemente afectada por ello. Cuando la baja autoestima se convierte en un problema más crónico, puede provocar sentimientos de inutilidad, desesperanza e ineptitud para realizar tareas.
Terapia para la autoestima
Para algunos, la lucha contra la baja autoestima y el aumento de la confianza en sí mismos puede ser un problema de toda la vida, mientras que para otros puede ser una reacción a un revés reciente o a una experiencia negativa relacionada con el fracaso o la crítica. Cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, esto puede preocupar a nuestra mente, dificultando el disfrute de las cosas o la realización de las actividades diarias.
Nuestra mente es excelente para machacarnos cuando cometemos un error. Fomentar la autoestima consiste en aprender a reconocer lo que es único, especial y bueno en ti. Más importante aún es aprender a desarrollar la autocompasión, es decir, tratarnos a nosotros mismos con el mismo amor y la misma amabilidad que damos a los demás. La autocompasión requiere práctica, especialmente cuando nos sentimos mal con nosotros mismos. Asistir a terapia puede ser una buena manera de empezar a tratarse a sí mismo con el amor, la amabilidad y el respeto que todos necesitamos.
Actividades físicas para reforzar la autoestima
¿Asistir a un terapeuta aumenta la autoestima y el proceso de construcción de la misma? Aunque nuestra sociedad se esfuerza por desestigmatizar la creencia de que la terapia sólo existe para personas en crisis o con enfermedades mentales crónicas, todavía tendemos a pensar en la terapia como algo que nos ayuda a pasar de lo malo a lo neutro, en lugar de lo neutro a lo bueno. Sin embargo, los terapeutas están capacitados para entender cómo la mente puede construir confianza y crear un cambio sostenible. Cuando considere añadir la terapia a su viaje de autoestima, siga leyendo para conocer tres formas en que la terapia puede ayudar a aumentar la autoestima.
Nuestra incapacidad para realizar los cambios que deseamos a menudo nos deja impotentes y, por supuesto, nuestra autoestima se resiente. Trabajar con un terapeuta puede ser muy útil en estos casos porque los terapeutas están capacitados para ayudar a la exploración mental. Utilizando diferentes técnicas, un terapeuta puede ayudar a “desatar” la confusión que rodea nuestras acciones, ayudándonos a comprender el origen de nuestra incapacidad para cambiar. A menudo somos capaces de enfocar el “por qué no puedo” desde un punto de vista diferente, lo que nos permite crear y mantener los cambios que buscamos.