La charlatanería de la terapia Pemf
Es un campo electromagnético alterno o pulsado que pasa por el tejido (por ejemplo, el músculo) entre los electrodos colocados en la piel o cerca de ella. Debe aplicarlo un profesional cualificado con una máquina situada en su clínica.
Los campos electromagnéticos alternos o pulsados (PEMF) inducen una corriente eléctrica en el tejido. Aunque estas corrientes son extremadamente pequeñas, se cree que su principal objetivo terapéutico es mejorar la curación de los huesos y/o los tejidos. El tejido humano contiene moléculas cargadas que pueden responder a la carga de los campos magnéticos. Se cree que el campo magnético atraviesa la piel hasta el tejido subyacente (es decir, el músculo) y puede relajar las paredes de los capilares, lo que aumenta el flujo sanguíneo a la zona dolorida. También pueden ayudar a prevenir los espasmos musculares que subyacen a muchas formas de dolor aparentemente al interferir con las contracciones musculares. Además, pueden interferir en las reacciones electroquímicas que tienen lugar dentro de las células nerviosas, impidiendo su capacidad de transmitir mensajes de dolor al cerebro.
Dispositivo de terapia de campo electromagnético pulsado
La estimulación del campo electromagnético pulsado (pEMF) es imperceptible, pero sus efectos son reales. No se siente porque se genera un campo electromagnético a través de una bobina de alambre que simplemente fluye por el aire y pasa por el cuerpo sin esfuerzo. A baja intensidad, el PEMF es seguro y tiene numerosos beneficios clínicos.
El PEMF es un tratamiento increíblemente versátil. Colocamos las bobinas alrededor de la cabeza para lograr la inducción de las ondas cerebrales y la coherencia. Esto se debe a que el ritmo constante de la estimulación ayuda a las neuronas a sincronizarse. También colocamos con frecuencia bobinas en el vientre para reducir la inflamación, y alrededor de las articulaciones para la artritis, la fibromialgia y otras dolencias.
El PEMF es relativamente suave en comparación con otras tecnologías de estimulación. La estimulación magnética transcraneal repetitiva, por ejemplo, utiliza cambios en el campo magnético de hasta 1-2 Tesla, lo que es cuarenta mil veces más potente que la estimulación que utilizamos nosotros. Un frigorífico doméstico genera más CEM que el sistema pEMF que utilizamos en el tratamiento. Sin embargo, menos es más, y podemos influir en la respuesta del cerebro con sólo un suspiro de estimulación pEMF. En lugar de obligar a las neuronas a disparar, simplemente les damos un codazo para que cambien el momento en que se disparan espontáneamente.
Terapia de campo electromagnético pulsado fisiopedia
Tras realizar entrevistas en persona a más de 23.000 adultos estadounidenses, el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (junto con el Centro Nacional de Estadísticas de Salud) descubrió que casi el 40 por ciento de los encuestados utilizaba algún tipo de medicina complementaria y alternativa (CAM) en un esfuerzo por obtener y conservar un mayor nivel de salud. Y aunque existen muchas formas diferentes de medicina complementaria y alternativa, no hay muchas que puedan proporcionar la amplia gama de beneficios del PEMF de alta potencia.
La terapia de campo electromagnético pulsado – PEMF – no es tan conocida como otras modalidades alternativas como la quiropráctica, el masaje y la fisioterapia. Por ello, mucha gente asume que es un remedio relativamente nuevo, lo que deja abierta la posibilidad de especular sobre los posibles beneficios que puede aportar. Sin embargo, la práctica de utilizar el magnetismo para mejorar el bienestar existe desde hace mucho tiempo.
El uso de la terapia magnética se remonta al año 2000 a.C., cuando el libro chino El Libro del Emperador Amarillo sobre Medicina Interna señalaba que se utilizaban “piedras magnéticas” para diversos problemas de salud.
Terapia de campo electromagnético pulsado en casa
Las enfermedades musculoesqueléticas comprenden varias afecciones que se caracterizan por el dolor y las limitaciones en la movilidad, la destreza y la capacidad funcional, lo que reduce la capacidad de las personas para trabajar y participar en roles sociales, con impactos asociados en el bienestar mental. Las enfermedades musculoesqueléticas más comunes e incapacitantes son la artrosis, el dolor de espalda y cuello, la tendinopatía, la fibromialgia y el dolor miofascial. Entre las afecciones dolorosas clínicamente relevantes que se tratan en rehabilitación, el dolor relacionado con el sistema musculoesquelético es el más frecuente y tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas.2 El dolor lumbar crónico (DLC) tiene un impacto significativo en el dolor musculoesquelético con una prevalencia que aumenta linealmente a partir de la tercera década de la vida, hasta los 60 años, siendo más prevalente en las mujeres.3-5
El uso de los campos electromagnéticos (CEM) y en particular de la magnetoterapia ha tenido un notable incremento en la última década en el tratamiento de rehabilitación y proporciona un método no invasivo, seguro y fácil para tratar directamente el lugar de la lesión, la fuente de dolor e inflamación y otros tipos de enfermedad.6 -8 La terapia de campo magnético se aplicó para promover la curación de los huesos, tratar la osteoartritis y las enfermedades inflamatorias del sistema musculoesquelético, aliviar el dolor, mejorar la curación de las úlceras y reducir la espasticidad9 y, además, los campos magnéticos de frecuencia extremadamente baja (FEB) en los rangos de pico tesla y mili tesla tienen como objetivo mejorar la neurotransmisión y corregir la patología inmunológica local, respectivamente.10 En la literatura científica se informa de una eficacia analgésica y antinociceptiva, similar al efecto analgésico de los opioides, del campo electromagnético pulsado (PEMF), pero sigue sin conocerse el mecanismo biológico y bioquímico claro del efecto de la terapia magnética sobre el dolor.11 Asimismo, algunos estudios han demostrado que la exposición a corto plazo a los campos electromagnéticos influye en varios procesos inflamatorios celulares y neurológicos, como los patrones de activación e inhibición cortical y la actividad de varios neurotransmisores.12