Terapia de factores de crecimiento para las heridas
La terapia con factores de crecimiento, también conocida como terapia de inyección regenerativa (RIT), es una de las alternativas más prometedoras y seguras para tratar el dolor crónico causado por la artrosis o las lesiones. Mucha gente se refiere a ella como terapia con células madre, pero en realidad no hay células madre en el líquido. El líquido amniótico contiene factores de crecimiento que ponen en marcha el proceso propio del organismo.
El cuerpo humano tiene una capacidad innata para curarse. El problema es que algunos lugares de nuestro cuerpo carecen de circulación (flujo sanguíneo) y no pueden reclutar suficientes células para ayudar a señalar y estimular la curación. Los médicos saben desde hace siglos que si estimulan estas zonas de alguna manera, el cuerpo responderá. Con esto en mente, se están utilizando técnicas para iniciar una respuesta de curación.
Los ligamentos dañados o enfermos, los tendones, las articulaciones, la fascitis plantar y el dolor de talón pueden beneficiarse de la RIT. A diferencia de las inyecciones de cortisona, que suprimen ampliamente la inflamación y detienen el proceso de curación, la RIT promueve la curación mediante un proceso para que el cuerpo reemplace, repare, reprograme o renueve las células enfermas o lesionadas. Al formarse tejido nuevo y sano, se recupera la función y se resuelve el dolor. Una de las formas de hacerlo es inyectando un suplemento de líquido amniótico directamente en la zona o articulación afectada.
Terapia de factores de crecimiento para el sistema inmunitario
La escasez de células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas) es la causa de la mayoría de los síntomas en las personas con síndromes mielodisplásicos (SMD). Los factores de crecimiento hematopoyético suelen ayudar a que los recuentos sanguíneos se aproximen a la normalidad.
Los factores de crecimiento hematopoyético son sustancias similares a las hormonas que ayudan a la médula ósea a producir nuevas células sanguíneas. Estas sustancias se producen de forma natural en el organismo, pero los científicos han encontrado formas de fabricar grandes cantidades de ellas en el laboratorio. Los pacientes pueden recibir estos factores en dosis mayores que las que produciría su propio cuerpo.
Los pacientes suelen recibir los factores de crecimiento y otros fármacos similares mediante inyecciones subcutáneas (bajo la piel). El equipo médico puede poner las inyecciones, o usted o sus familiares pueden aprender a ponerlas en casa.
Se están realizando estudios para encontrar la mejor manera de predecir a qué pacientes ayudarán los factores de crecimiento y fármacos similares, así como la mejor manera de combinar los factores de crecimiento entre sí y con otros tratamientos, como la quimioterapia.
Terapia de factores de crecimiento para el cabello
ResumenLa regeneración ósea ha sido el objetivo último en el campo de la medicina ósea y articular y ha sido evaluada mediante diversos estudios de investigación básica hasta la fecha. La investigación traslacional de la medicina regenerativa se ha centrado en tres enfoques principales, cuya popularidad se espera que aumente: la terapia celular, las proteínas y los materiales artificiales. Entre ellos, la inyección local de un hidrogel de gelatina impregnado con la proteína factor de crecimiento de fibroblastos (FGF)-2 es una técnica de biomaterial que se ha desarrollado en Japón. Anteriormente hemos informado de la eficacia del hidrogel de gelatina que contiene FGF-2 inyectable para el tratamiento regenerativo de la osteonecrosis de la cabeza femoral. Es probable que los factores de crecimiento inyectables se desarrollen en el futuro y ganen popularidad como enfoque médico en diversos campos, así como en la ortopedia. Ya se han realizado varios ensayos clínicos centrados en esta técnica, que han informado de su eficacia y seguridad. Hasta la fecha, los informes sobre la aplicación clínica del FGF-2 en la revascularización para la isquemia crítica de las extremidades, el tratamiento de la enfermedad periodontal, la unión ósea temprana para la fractura de las extremidades inferiores y la osteotomía de la rodilla, y la regeneración ósea para la osteonecrosis de la cabeza del fémur se han basado en la investigación básica realizada en Japón. En el presente informe, presentamos una amplia revisión de las aplicaciones clínicas que utilizan factores de crecimiento inyectables y discutimos la eficacia y seguridad asociadas a su administración.
Inyecciones de factores de crecimiento
Los factores de crecimiento son mensajeros químicos (hormonas) que animan a las células a dividirse y desarrollarse. Hay muchos factores de crecimiento diferentes que afectan a distintos tipos de células. Esta información se refiere a los factores de crecimiento que favorecen el desarrollo de las células sanguíneas.
Los diferentes factores de crecimiento estimulan al organismo a producir diferentes células. Las personas con linfoma pueden necesitar factores de crecimiento para ayudar a tratar la disminución de glóbulos rojos (anemia), la disminución de glóbulos blancos (neutropenia) o la disminución de plaquetas (trombocitopenia). Se utilizan diferentes factores de crecimiento en cada caso.
A veces se utiliza un factor de crecimiento llamado factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) para tratar a las personas con un recuento bajo de glóbulos blancos (neutropenia). Se trata de un efecto secundario habitual de muchos tratamientos contra el linfoma.
El G-CSF es un mensajero químico (hormona) que se produce de forma natural en el organismo. Lo producen las células inmunitarias y las células que recubren los vasos sanguíneos y linfáticos. Indica a la médula ósea que produzca más glóbulos blancos. Además, anima a las células madre (células no desarrolladas que pueden convertirse en glóbulos blancos, glóbulos rojos o plaquetas) a salir de la médula ósea y entrar en el torrente sanguíneo.