Psicología familiar wikipedia
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La terapia familiar es un tipo de tratamiento diseñado para ayudar con los problemas que afectan específicamente a la salud mental y al funcionamiento de las familias. Puede ayudar a los miembros individuales de la familia a establecer relaciones más sólidas, mejorar la comunicación y gestionar los conflictos dentro del sistema familiar. Al mejorar la forma en que los miembros de la familia interactúan y se relacionan entre sí, la terapia familiar puede fomentar el cambio en las relaciones cercanas.
Algunos terapeutas pueden limitarse a un tipo específico de terapia familiar. En cambio, otros pueden adoptar un enfoque más ecléctico y multimodal que incorpora aspectos de diferentes tipos de tratamiento para adaptarse a las necesidades de la familia.
Las técnicas utilizadas en la terapia familiar suelen depender de factores como la orientación teórica del terapeuta y las necesidades específicas de la familia. Algunos de los métodos que se pueden utilizar son
Teoría de los sistemas familiares
La terapia familiar, a veces llamada terapia de enfoque familiar o terapia de sistemas familiares, es un tipo de terapia psicológica que trabaja para cambiar las relaciones dentro de las familias para ayudarlas a afrontar mejor una amplia gama de problemas.
La terapia familiar ayuda a los miembros de la familia a encontrar formas constructivas de ayudarse mutuamente. Debido a esta flexibilidad, la terapia familiar es útil en una amplia gama de situaciones. La terapia familiar puede ser útil en la infancia y en la edad adulta, incluyendo los trastornos de la conducta y del estado de ánimo, los trastornos alimentarios, el abuso de drogas y los trastornos psiquiátricos, así como en las parejas que experimentan dificultades. La terapia familiar es útil a lo largo de toda la vida y puede ser especialmente útil en el tratamiento de enfermedades de larga duración como la depresión.
La terapia familiar suele trabajar dentro de los grupos familiares, pero a menudo incluye el trabajo con las personas de forma individual o, en su caso, sesiones individuales dentro de una serie de reuniones familiares. La terapia familiar también puede incluir las redes sociales que rodean a las familias.
La terapia familiar no es una solución rápida y fácil y requiere tiempo y esfuerzo para que funcione bien. Las familias que emprenden la terapia familiar deben ser conscientes de que ésta implica tanto sesiones formales como tareas para casa, en las que hay que poner en práctica las habilidades y técnicas recién aprendidas, todo el día, todos los días. El número de sesiones formales varía considerablemente según la enfermedad y la dinámica familiar. Por lo general, se requieren entre 5 y 20 sesiones. Las sesiones suelen consistir en que el terapeuta familiar se reúna con varios miembros de la familia al mismo tiempo (esto permite resolver directamente cualquier problema entre los miembros de la familia y permite al terapeuta evaluar con precisión a la familia). También suele haber sesiones individuales y, posiblemente, sesiones con la familia en general u otros amigos importantes.
Terapia conductual
La terapia familiar (también denominada asesoramiento familiar, terapia de sistemas familiares, terapia matrimonial y familiar, terapia de pareja y familiar) es una rama de la psicología y el trabajo social clínico que trabaja con familias y parejas en relaciones íntimas para fomentar el cambio y el desarrollo. Tiende a considerar el cambio en términos de los sistemas de interacción entre los miembros de la familia.
Las distintas escuelas de terapia familiar tienen en común la creencia de que, independientemente del origen del problema y de que los clientes lo consideren un asunto “individual” o “familiar”, implicar a las familias en las soluciones suele beneficiar a los clientes. Esta implicación de las familias suele llevarse a cabo mediante su participación directa en la sesión de terapia. Por lo tanto, las habilidades del terapeuta familiar incluyen la capacidad de influir en las conversaciones de manera que catalice las fortalezas, la sabiduría y el apoyo del sistema más amplio[1].
En los primeros años del campo, muchos clínicos definían a la familia de una manera estrecha y tradicional que solía incluir a los padres y a los hijos. A medida que el campo ha ido evolucionando, el concepto de familia se define más comúnmente en términos de roles y relaciones de apoyo a largo plazo entre personas que pueden o no estar relacionadas por sangre o matrimonio.
Beneficios de la terapia
Las pautas de comportamiento de la familia influyen en el individuo y, por lo tanto, puede ser necesario que formen parte del plan de tratamiento. En la terapia matrimonial y familiar, la unidad de tratamiento no es sólo la persona -aunque sólo se entreviste a una persona- sino el conjunto de relaciones en las que está inmersa.
Las investigaciones indican que la terapia matrimonial y familiar es tan eficaz, y en algunos casos más eficaz, que los tratamientos estándar y/o individuales para muchos problemas de salud mental como: la esquizofrenia en adultos, los trastornos afectivos (del estado de ánimo), el alcoholismo y la drogadicción en adultos, los trastornos de conducta en niños, la drogadicción en adolescentes, la anorexia en mujeres adultas jóvenes, el autismo infantil, las enfermedades físicas crónicas en adultos y niños, y el malestar y los conflictos matrimoniales.
Los terapeutas matrimoniales y familiares practican regularmente terapias de corta duración; 12 sesiones de media. Casi el 65,6% de los casos se completan en 20 sesiones, y el 87,9% en 50 sesiones. La terapia matrimonial/de pareja (11,5 sesiones) y la terapia familiar (9 sesiones) requieren menos tiempo que el tratamiento individual medio (13 sesiones). Alrededor de la mitad del tratamiento proporcionado por los terapeutas matrimoniales y familiares es individual y la otra mitad se divide entre la terapia matrimonial/de pareja y familiar, o una combinación de tratamientos.