Exposición imaginaria
Todos sentimos miedo de ciertas cosas en algún momento de nuestras vidas, pero las fobias son diferentes. Las personas cambian su forma de vida para evitar el objeto o la situación temidos. Las fobias pueden afectar a las relaciones, los estudios, las oportunidades laborales o profesionales y las actividades cotidianas.
El trastorno de pánico implica ataques de pánico repetidos e inesperados. Los ataques de pánico pueden ser una reacción normal a una situación estresante o una parte de otra enfermedad mental. En el caso del trastorno de pánico, los ataques de pánico parecen producirse sin motivo. Las personas que experimentan un trastorno de pánico temen más ataques de pánico y pueden preocuparse de que ocurra algo malo como resultado del ataque de pánico. Pueden evitar lugares, sensaciones o actividades que les recuerden un ataque de pánico.
El asesoramiento puede ser muy útil para controlar la ansiedad, y suele ser el primer tratamiento que se prueba si se experimentan problemas leves o moderados. La terapia cognitivo-conductual (o “TCC”) ha demostrado ser eficaz para muchos problemas de ansiedad. La TCC le enseña cómo funcionan juntos los pensamientos, los sentimientos y los comportamientos. El asesoramiento para el trastorno de pánico y las fobias, en particular, puede incluir también la exposición. La exposición introduce lentamente las cosas o situaciones temidas. La terapia de reducción del estrés basada en la atención plena también es útil para controlar el estrés y la relajación.
Terapia de exposición
Una fobia específica es un miedo intenso, persistente e irracional a un objeto, una situación, una actividad o una persona concretos. Normalmente, el miedo es proporcionalmente mayor que el peligro o la amenaza real. Las personas con fobias específicas se sienten muy angustiadas por tener ese miedo y a menudo hacen todo lo posible por evitar el objeto o la situación en cuestión. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), la estimación de la prevalencia en la comunidad de las fobias específicas es de aproximadamente el 7%-9%.
Es importante diferenciar entre las fobias específicas y los miedos normales de la infancia. Según la Child Anxiety Network (www.childanxiety.net), algunas investigaciones muestran que el 90% de los niños de entre 2 y 14 años tienen al menos un miedo específico. No todos los miedos interfieren en el funcionamiento diario, y no necesariamente merecen un tratamiento psicológico. A continuación se presentan algunos ejemplos de miedos típicos de la infancia y la adolescencia temprana.
Los factores de riesgo pueden incluir susceptibilidades genéticas, pero no se sabe mucho sobre los factores biológicos que causan y mantienen las fobias específicas. Sin embargo, cuando una persona se encuentra con un estímulo temido, se producen muchos cambios biológicos en el cuerpo, incluidos cambios en la actividad cerebral, la liberación de cortisol, insulina y hormona del crecimiento, y aumentos en la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Tratamiento de la fobia
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias simplemente se producen en personas propensas a tenerlas.
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
Cómo funciona la terapia de exposición
Todo el mundo tiene miedos. Ya sea el miedo a las arañas o el miedo a la oscuridad, existen diversas situaciones, lugares, sentimientos, objetos o animales que pueden desencadenar una sensación desagradable, un impulso para prepararse o evitar por completo el peligro percibido.
El miedo es una emoción humana completamente natural, pero en algunas personas los temores son más pronunciados y se manifiestan como una fobia. Una fobia es un miedo abrumador y debilitante que se desarrolla cuando alguien tiene una sensación exagerada de peligro sobre un determinado objeto o situación. Vivir con una fobia puede ser increíblemente estresante y, en los casos más graves, puede afectar a la salud, el bienestar y el estilo de vida de una persona.
Vivir con una fobia significa que las personas suelen estar en constante angustia por si pueden entrar en contacto con lo que temen. Sin embargo, tratar de evitar continuamente un miedo concreto puede hacer que parezca peor de lo que realmente es, y muchas personas empezarán a temer enfrentarse a situaciones normales y cotidianas. El tratamiento de las fobias puede ayudar a romper esta espiral negativa y a controlar los sentimientos de ansiedad.