Sabiduria para entender la diferencia

Sabiduria para entender la diferencia

Sabiduría para conocer el significado de la diferencia

“La sabiduría para conocer la diferencia consiste en ser capaz de cambiar. . . . Lo importante es que podamos cambiar y transformarnos en personas mejores y más felices”. (Su Santidad el Dalai Lama)

Estas famosas últimas líneas de la Oración de la Serenidad han movido a millones de personas a realizar cambios importantes y duraderos en sus vidas. Pero, ¿cómo podemos saber exactamente la diferencia? ¿Cómo podemos reconocer los límites reales a los que nos enfrentamos sin negar la posibilidad de un cambio drástico? En este sabio libro, Eileen Flanagan guía a los lectores para que determinen lo que pueden -o quizás deban- cambiar en sus vidas, acepten lo que no pueden y descubran la “sabiduría para saber la diferencia”.

Basándose en su propia fe cuáquera, así como en una serie de otras tradiciones religiosas y espirituales, Flanagan muestra a los lectores cómo prácticas tales como tamizar las nociones culturalmente preconcebidas y escuchar nuestra propia voz interior pueden ayudarnos a determinar cuándo es necesario un cambio en nuestras vidas o cuándo, en cambio, la aceptación es la respuesta.

Significado de la serenidad

Dice el viejo adagio que el conocimiento no es lo mismo que la sabiduría. El conocimiento, adquirido mediante el estudio de nueva información, consiste en un rico almacenamiento de información. La sabiduría, en cambio, tiene que ver más con la perspicacia, la comprensión y la aceptación de la “naturaleza” fundamental de las cosas en la vida.

Centrémonos primero en nuestra búsqueda del conocimiento. Con nuestros 100.000 millones de células cerebrales en continua interacción, ¿cuánto conocimiento podemos almacenar realmente en nuestra cabeza? La respuesta a esta pregunta sigue sin estar clara. Los psicólogos e investigadores siguen desconcertados por los casos de daños cerebrales repentinos en los que las personas pueden aprovechar de repente un conocimiento “ilimitado”. Un gran ejemplo es el de una paciente que sufrió un daño cerebral y que después fue capaz de dibujar el mapa de toda una ciudad, algo que antes no podía hacer. Otros ejemplos famosos de daños cerebrales son los lapsos repentinos en los que se toca el piano con brillantez, o la repentina genialidad matemática. Lo que sí se sabe es que el aprendizaje está perseguido por una paradoja (que denominamos “paradoja del aprendizaje”): cuanto más aprendemos, más nos damos cuenta de que hay muchas cosas que no sabemos. Así, aunque estudiemos muchas cosas del universo, nuestro conocimiento total percibido de la realidad (lo que sabemos frente a lo que no sabemos) parece ser cada vez más pequeño.

  El ojo de la sabiduria

Significado de la sabiduría

“¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en el conocimiento? ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido en la información?” -T.S. Eliot. El conocimiento se obtiene del aprendizaje y la educación, mientras que la mayoría dice que la sabiduría se obtiene de las experiencias cotidianas y es un estado de ser sabio. El conocimiento es simplemente tener claridad de los hechos y las verdades, mientras que la sabiduría es la capacidad práctica de tomar buenas decisiones en la vida de forma consistente.

ConocimientoSabiduríaSignificado El conocimiento es la información de la que alguien es consciente. El conocimiento también se utiliza para significar la comprensión segura de un tema, potencialmente con la capacidad de utilizarlo para un propósito específico.

El conocimiento se adquiere mediante el aprendizaje de hechos. Alguien que sabe mucho sobre un tema determinado, como la ciencia o la historia, puede considerarse conocedor. La información que se encuentra en Internet o en los libros puede ayudar a alguien a ampliar sus conocimientos sobre un tema.

  El conocimiento habla pero la sabiduria escucha

La sabiduría proviene de la observación de las experiencias y del aprendizaje de las mismas, de manera que afecta a las decisiones y al comportamiento futuros; es la capacidad de ver la verdad de un asunto, a pesar de cualquier ilusión o distracción. Por ejemplo, alguien puede gastar por encima de sus posibilidades y acabar endeudándose innecesariamente, pero si es sabio esto sólo le ocurrirá una vez, ya que habrá aprendido de su error; en el futuro, ahorrará su dinero antes de gastarlo descuidadamente. Una persona aún más sabia podría evitar por completo ese error escuchando la sabiduría de otros o eligiendo sabiamente la búsqueda de información (conocimiento) sobre cómo gestionar adecuadamente las finanzas.

Teología

Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar; y la sabiduría para saber la diferencia.Millones de personas se han sentido movidas por estas famosas últimas líneas de la Oración de la Serenidad para hacer cambios importantes y duraderos en sus vidas. Pero, ¿cómo podemos saber exactamente la diferencia? ¿Cómo podemos reconocer los límites reales a los que nos enfrentamos sin negar la posibilidad de un cambio drástico? En este sabio libro, Eileen Flanagan guía a los lectores para que determinen lo que pueden -o quizás deban- cambiar en sus vidas, para que acepten lo que no pueden y para que descubran la “sabiduría para saber la diferencia”. Basándose en su propia fe cuáquera, así como en una serie de otras tradiciones religiosas y espirituales, Flanagan muestra a los lectores cómo prácticas tales como el tamizado de las nociones culturalmente preconcebidas y la escucha de nuestra propia voz interior pueden ayudarnos a determinar cuándo es necesario un cambio en nuestras vidas o cuándo, en cambio, la aceptación es la respuesta.

  Dragon de la sabiduria

Basado en la Oración de la Serenidad, el libro Sabiduría para saber la diferencia: Cuándo hacer un cambio y cuándo dejarlo ir está lleno de historias de personas que encuentran el valor para cambiar sus vidas (y a veces el mundo), así como historias de dejar ir y encontrar la paz. Entre las fascinantes personas entrevistadas se encuentran un evacuado del Katrina, una madre que se convirtió en una activista por la paz después de que su hijo muriera en Irak y un ganadero que pasó de la quiebra a ganar el premio al “negocio más generoso” de Paul Newman. “El delicioso libro de Eileen Flanagan es una fuente de sabiduría y ánimo a la que volverás una y otra vez”. – Brent Bill.

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