Literatura de la sabiduría
El Libro de la Sabiduría fue escrito unos cincuenta años antes de la llegada de Cristo. Su autor, cuyo nombre desconocemos, fue probablemente un miembro de la comunidad judía de Alejandría, en Egipto. Escribió en griego, en un estilo inspirado en los versos hebreos. A veces habla en la persona de Salomón, poniendo sus enseñanzas en boca del sabio rey de la tradición hebrea para resaltar su valor. Su profundo conocimiento de los escritos anteriores del Antiguo Testamento se refleja en casi todas las líneas del libro, y lo marca, al igual que Ben Sira, como un destacado representante de la devoción religiosa y el aprendizaje entre los sabios del judaísmo postexílico.
El propósito principal del autor era la edificación de sus correligionarios en una época en la que habían experimentado sufrimiento y opresión, en parte al menos a manos de compañeros judíos apóstatas. Para transmitir su mensaje se sirvió de los temas religiosos más populares de su época, a saber, el esplendor y el valor de la sabiduría divina (6:22-11:1), los gloriosos acontecimientos del éxodo (11:2-16; 12:23-27; 15:18-19:22), la misericordia de Dios (11:17-12:22), la insensatez de la idolatría (13:1-15:17) y el modo en que actúa la justicia de Dios para recompensar o castigar al individuo (1:1-6:21). Los diez primeros capítulos, en particular, proporcionan el trasfondo de las enseñanzas de Jesús y de cierta teología neotestamentaria sobre él. Muchos pasajes de esta sección del libro, especialmente el 3:1-8, son utilizados por la iglesia en la liturgia.
Rey Salomón bebé
El libro se dirige a los gobernantes de la tierra, instándoles a amar la justicia y a buscar la sabiduría; los malvados piensan que todo es casualidad y que deben disfrutar de cada día, pero se engañan[4] En la segunda sección Salomón (no se nombra explícitamente, pero se da a entender fuertemente) cuenta su búsqueda de la sabiduría.
La Sabiduría de Salomón puede relacionarse con varias formas de literatura antigua, tanto judía como no judía, pero pertenece claramente a los libros bíblicos de la Sabiduría, como el Libro de Job, uno de los cinco únicos libros de este tipo de la literatura judía antigua[5] En cuanto al género clásico, se ha identificado como un encomio y con el género griego del “discurso exhortatorio”, por el que un maestro intenta persuadir a otros de una determinada actuación[6].
Orígenes, en el siglo II, se refiere a la incertidumbre sobre el Libro de la Sabiduría[7]. Melito de Sardis[8], en el siglo II d.C., Agustín[9] (c. 397 d.C.) y el Papa Inocencio I (405 d.C.)[10][11] consideraban la Sabiduría de Salomón como parte del Antiguo Testamento. Atanasio escribe que el Libro de la Sabiduría, junto con otros tres libros deuterocanónicos, aunque no forman parte del Canon, “fueron designados por los Padres para ser leídos”[12] Epifanio de Salamina (c. 385 d.C.) menciona que la Sabiduría de Salomón era de canonicidad discutida[13] Según el monje Rufino de Aquilea (c. 400 d.C.) el Libro de la Sabiduría fue catalogado como “eclesiástico” en lugar de “canónico”[14].
Libro de la sabiduría
Muchos reyes ascendieron al trono de Israel desde la época de Saúl hasta la disolución tanto del Reino del Norte como del Reino del Sur. Sin embargo, ninguno de estos reyes obtuvo el poder y el prestigio de Salomón. Casi mil años antes de Salomón, se le había prometido a Abraham que su descendencia recibiría la tierra de Canaán como herencia, incluido el territorio hasta el norte del río Éufrates (véase Génesis 12:7; 13:15; 15:18). Pero esta promesa no se cumplió plenamente hasta la época de Salomón. Salomón extendió el dominio de Israel desde el Mar Rojo en el sur hasta el río Éufrates en el norte. La edad de oro de Israel, iniciada bajo el rey David, continuó bajo Salomón. Durante los cuarenta años que Salomón gobernó como rey de Israel, hubo paz y unidad en todo su vasto dominio.
Al principio de su reinado, Salomón amaba al Dios de Israel y pactó con Dios que caminaría en obediencia durante toda su administración como rey de Israel. Se le prometió a Salomón sabiduría, riquezas, honor y larga vida si continuaba en la rectitud ante el Señor. La promesa se cumplió. Durante su vida, Salomón se hizo famoso por su sabiduría. Grandes hombres y mujeres de muchas naciones vinieron a escucharlo y a probar su entendimiento y conocimiento. Salomón también adquirió grandes riquezas, y se decía que no había reyes en toda la tierra que pudieran compararse con él. Bajo el reinado de Salomón, Israel llegó a su punto más alto como nación: el honor, la riqueza, el poder y el respeto fueron suyos gracias a la administración de su rey más grande.
Rey Salomón
Los problemas medioambientales actuales son tan complejos que a menudo parecen insolubles. Para abordarlos, no sólo necesitamos política y economía, ciencia y tecnología. También necesitamos una gran sabiduría para avanzar hacia un mundo más sostenible y justo. ¿Pero dónde podemos encontrarla?
El rey Salomón era famoso por su sabiduría. En respuesta a la sorprendente oferta de Dios: “Pide lo que quieras que te dé”, podría haber pedido seguridad, prosperidad, salud o felicidad. En cambio, eligió la sabiduría. Como resultado, “Dios le dio a Salomón sabiduría y una gran perspicacia, y una amplitud de entendimiento tan grande como la arena de la orilla del mar”.
Hoy en día, tendemos a pensar que la sabiduría es principalmente el conocimiento de uno mismo y la comprensión de la sociedad humana. Aunque Salomón podía juzgar sabiamente los dilemas humanos (como en el famoso ejemplo de las dos mujeres que reclamaban un bebé como suyo), el corazón de su sabiduría estaba en otra parte.
Ellen Davis, profesora de Biblia y Teología Práctica en la Duke Divinity School de Estados Unidos, escribiendo sobre Proverbios, dice que “la sabiduría significa mantener dos cosas juntas: discernir el conocimiento del mundo y obedecer a Dios”. Los cristianos están familiarizados con la segunda de ellas por el conocido adagio bíblico: “El temor [temor reverente] del Señor es el principio de la Sabiduría” (Proverbios 1:7, Salmo 111:10), pero ¿qué hay del “conocimiento discernido” del mundo natural?