Santiago 1:5 significado
El primer capítulo de Santiago pasa rápidamente de las pruebas a la madurez y a la sabiduría. Cuando empezamos a reconocer las pruebas como un privilegio que Dios permite a sus hijos experimentar, podemos descubrir la alegría y la madurez. Sin embargo, este proceso no es natural; necesitamos la sabiduría de Dios para que siga su curso adecuadamente. En este mensaje, Alistair Begg nos enseña cómo es la sabiduría en nuestras vidas y cómo pedirla a Dios sin lugar a dudas.
“Si a alguno de vosotros le falta sabiduría, que se la pida a Dios, que la da generosamente a todos sin hallar falta, y le será dada. Pero cuando pida, debe creer y no dudar, porque el que duda es como una ola del mar, arrastrada por el viento. Ese hombre no debe pensar que recibirá nada del Señor; es un hombre de doble ánimo, inestable en todo lo que hace”.
Padre, con nuestras Biblias abiertas ante nosotros, te pedimos que nos ayudes a pensar, a entender, a creer y a que la verdad se aplique a nuestras vidas de tal manera que seamos cada vez más conformes a la imagen de tu Hijo, el Señor Jesucristo, en cuyo nombre oramos. Amén.
Pídele a Dios que te de sabiduría citas
En los versículos 2 a 4, Santiago sentó las bases para el resto de su carta. Reveló que la vida cristiana consiste en cultivar una confianza más profunda en Dios cuando las pruebas se presentan en nuestro camino. De hecho, esas pruebas son exactamente lo que necesitamos para aprender a confiar más en Dios. Aquí, Santiago comienza a describir cómo es confiar en Dios en una gran variedad de circunstancias.
En este contexto, Santiago está hablando de la sabiduría para un momento determinado. Se refiere a esos momentos en los que simplemente no sabemos qué hacer. ¿Cuál es la mejor opción? ¿Qué camino debemos tomar? ¿Cómo decidimos entre dos caminos diferentes? Los que realmente confían en Dios le pedirán sabiduría. Pedirle a Dios sabiduría es una prueba de que confiamos en Él.
Santiago afirma que Dios da la sabiduría generosamente. No es tacaño a la hora de proporcionar conocimientos a quienes le preguntan cómo tomar las mejores decisiones. De hecho, Dios da la sabiduría sin “reproche” o sin encontrar faltas. En otras palabras, Él no mira todas nuestras decisiones tontas anteriores y decide que no somos dignos de recibir sabiduría de Él. ¡Qué promesa tan asombrosa! El Dios del universo está listo y dispuesto a dar abundante sabiduría a aquellos que la piden basándose sólo en su confianza en Él, no en su historial.
Santiago 1:6
En 1 Reyes 3:3, se describe a Salomón en los siguientes términos positivos: “Salomón amaba a Jehová, andando en los estatutos de David su padre”. Una noche, el Señor se le apareció a Salomón y le dijo: “Pide lo que te voy a dar” (versículo 5). En respuesta, Salomón contestó: “Da, pues, a tu siervo una mente comprensiva para gobernar a tu pueblo, para que pueda discernir entre el bien y el mal, porque ¿quién es capaz de gobernar a este tu gran pueblo?” (versículo 9).
El pasaje señala: “Al Señor le agradó que Salomón pidiera esto” (1 Reyes 3:10). Dios se deleita en dar sabiduría a quienes la buscan de verdad (Proverbios 2:6-8; Santiago 1:5). Dios responde a la petición de sabiduría de Salomón prometiendo tres dones diferentes. El primero es la sabiduría que Salomón había pedido: “Ahora hago según tu palabra. He aquí que te doy una mente sabia y perspicaz, de modo que nadie como tú ha sido antes de ti y nadie como tú se levantará después de ti” (versículo 12).
El segundo regalo que Dios le dio a Salomón fue la riqueza y la fama: “Te doy también lo que no has pedido, riquezas y honores, de modo que ningún otro rey se comparará contigo en todos tus días” (1 Reyes 3:13). Salomón sería conocido como el rey más rico de su época.
Santiago 1:5-6
Hermana Oscarson: El Señor sabe qué mensaje van a necesitar, y es notable cómo algunas de las cuestiones que surgen durante el año son respondidas por el tema y cómo realmente se ajusta a lo que está sucediendo en sus vidas.
Cuando discutimos Santiago 1:5-6 como una posibilidad para el tema de este año, el Espíritu llenó la sala. Y todos estuvimos de acuerdo en que sería una gran escritura para nuestros jóvenes porque tiene varias conexiones. Tiene conexiones con la historia de la Iglesia: es la escritura que José Smith leyó y que lo impulsó a ir a la Arboleda Sagrada y a orar. Y la segunda gran conexión es que da testimonio de la misión divina de José Smith, algo que necesitamos en una época en la que su reputación y la historia de la Iglesia son continuamente cuestionadas por el mundo. También es un mensaje de cómo recibimos la revelación personal en nuestras vidas, algo que todo el mundo necesita saber.
Hermano Owen: Hay tantas cosas que suceden en sus vidas hoy en día, y tienen tantas preguntas. Con todos los medios de comunicación social y los motores de búsqueda que tenemos, hay muchas fuentes a las que pueden recurrir para obtener respuestas a sus preguntas de fe. Esta escritura clave muestra el proceso de revelación de José Smith, que es un modelo que podemos seguir.