Marcha espástica
Todos nos hemos sentido mareados en algún momento de nuestras vidas, y estamos seguros de que estarás de acuerdo en que no es una sensación agradable. Nadie quiere sentir que el mundo entero se le escapa. Esta sensación es bastante común en las personas que tienen trastornos del equilibrio y de la marcha.
¿Le resulta habitual sentirse mareado y desequilibrado? ¿Se encuentra buscando paredes, barandillas u otros objetos que le ayuden a mantener el equilibrio mientras se mueve? ¿Su equilibrio ya no es lo que era? Si esto le describe, es posible que tenga un problema de equilibrio o de marcha que necesita ser abordado.
Solicite una cita con nuestra oficina de terapia física de East Windsor, NJ hoy. ¡En Impact Physical Therapy, nuestros servicios de especialidad en los trastornos del equilibrio y la marcha puede ayudar a mejorar su calidad de vida!
Trastorno del equilibrioLos problemas de equilibrio pueden ser tanto físicos como mentales, ya que su cerebro puede creer que se está moviendo cuando no es así. Puede tener la sensación de que se está cayendo o tropezando al caminar. También puede experimentar visión borrosa y mareos. Los cambios en la fuerza de las articulaciones, la movilidad y la propiocepción (la capacidad del cuerpo para percibir el movimiento, la acción y la ubicación) afectan al equilibrio.
Trastornos de la marcha
El libro ofrece a los lectores una visión general del estado de la técnica en el campo de la rehabilitación de la marcha y el equilibrio. Describe las tecnologías y los dispositivos junto con los requisitos y los factores que deben tenerse en cuenta durante su aplicación en entornos clínicos. El libro abarca las bases fisiológicas y fisiopatológicas de la locomoción y el control de la postura, describe enfoques integrados para el tratamiento de enfermedades neurológicas y lesiones de la médula espinal, así como principios importantes para el diseño de estudios clínicos adecuados. Presenta las tecnologías informáticas y robóticas que se utilizan actualmente en la rehabilitación, como los dispositivos de exoesqueleto, la estimulación eléctrica funcional, la realidad virtual y muchas más, destacando las principales ventajas y desafíos tanto desde el punto de vista clínico como de la ingeniería. Escrito en un estilo fácil de entender, el libro está dirigido a personas con diferentes antecedentes y conocimientos, como estudiantes de medicina e ingeniería, médicos y fisioterapeutas, así como a desarrolladores técnicos de sistemas de rehabilitación y sus correspondientes interfaces humano-ordenador. Su objetivo es fomentar un mayor conocimiento de las tecnologías disponibles para la rehabilitación del equilibrio y la marcha, así como una mejor comunicación y colaboración entre sus usuarios y desarrolladores.
Cómo mejorar la marcha
La marcha es la secuencia de movimientos que se produce durante la deambulación. El equilibrio es la capacidad de mantener la línea de gravedad (línea vertical desde el centro de masa) de un cuerpo dentro de la base de sustentación con una mínima oscilación postural. La marcha y el equilibrio normales requieren sistemas musculoesqueléticos y neurológicos intactos, así como la integración de múltiples entradas sensoriales y la ejecución neuromuscular. El deterioro de la marcha puede preceder a otras deficiencias (AVD, deterioro cognitivo) y representar una fase relativamente temprana del proceso de discapacidad. También se reconoce cada vez más que la marcha es un reflejo de la salud general de un individuo mayor que predice la muerte y la institucionalización. Por lo tanto, la evaluación de la marcha debería incluirse en la evaluación fisiológica de los adultos mayores para posibles intervenciones.
La prevalencia de los trastornos de la marcha o del equilibrio aumenta con la edad. Los adultos mayores de 70 años que viven en la comunidad tienen una prevalencia de marcha anormal del 35%.1 El patrón de las anomalías de la marcha puede clasificarse como neurológico (es decir, accidente cerebrovascular), no neurológico (es decir, osteoartritis) o ambos. Las causas no neurológicas representan más del 50% de las anomalías de la marcha.1 Aproximadamente el 10% de las anomalías de la marcha se deben tanto a causas neurológicas como no neurológicas.1 Los hombres parecen tener una mayor incidencia de disfunción neurológica de la marcha, mientras que las mujeres presentan un mayor nivel de anomalías no neurológicas de la marcha. La marcha anormal se asocia con un mayor riesgo de institucionalización y muerte.2 En general, cuanto más grave es la anormalidad de la marcha, mayor es el riesgo de estos resultados negativos.
La esperanza de vida Fnd
Una alteración de la marcha es una desviación del patrón normal de movimiento al caminar. Con la orientación de un especialista en trastornos del movimiento, los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales pueden enseñar métodos para compensar las alteraciones de la marcha. Mantenerse tan activo físicamente como sea posible ayuda a mantener la fuerza muscular y la independencia. Las personas con trastornos de la marcha suelen sentirse incómodas en público, temen caerse y les preocupa que los demás no entiendan que sus problemas de movilidad están fuera de su control. Una actitud positiva y un buen sentido del humor son buenas herramientas.
El arrastre de pies o pies se produce cuando el sentido de la orientación y la colocación del cuerpo se distorsiona, ya que las señales sensoriales de los músculos al cerebro también se ven alteradas. El arrastre de los pies o de los pies aumenta el riesgo de lesiones porque incrementa la probabilidad de tropezar y caer. Para evitar tropiezos y caídas, concéntrese en levantar completamente cada pie de la superficie con cada paso.
Una alteración del equilibrio hace que se sienta inestable cuando está sentado, de pie, alcanzando, agachándose o caminando. El equilibrio es el resultado del trabajo conjunto de varios sistemas corporales: el sistema visual (ojos), el sistema vestibular (oídos) y la propiocepción (el sentido del cuerpo de dónde se encuentra en el espacio). Cuando el equilibrio está alterado, se tiene dificultad para mantenerse erguido. Puedes tambalearte, caerte o no ser capaz de mantenerte en pie.