Sentido del equilibrio
El equilibrio es el mantenimiento de la postura erguida a pesar de las perturbaciones del entorno exterior. Tres sistemas del cuerpo actúan conjuntamente para mantener una orientación estable y la sensación de estar bien equilibrado. Estos tres sistemas son el sistema visual, el sistema vestibular (oído interno) y el sistema propioceptivo (nervios sensoriales).
Se enumeran por orden de importancia para la situación que nos ocupa. Todos estos sistemas proporcionan información sensorial al cerebro. El sistema visual proporciona una imagen del entorno que rodea a la persona. El oído interno percibe los movimientos lineales (adelante y atrás, arriba y abajo) y los circulares.
Los nervios sensoriales perciben toda la tensión muscular postural, la posición de las articulaciones y la presión en diversas zonas de la planta del pie. Todos estos sistemas están interconectados y se integran con los centros superiores del sistema nervioso central, que desempeñan funciones de cognición y actividades conscientes, así como con las áreas subconscientes del cerebro.
Sistema vestibular
El equilibrio es el sentido vital que da la tan necesaria estabilidad a nuestros cuerpos tambaleantes y erguidos. Un buen equilibrio suele asociarse a una postura estable, pero también tiene mucho que ver con la estabilidad visual.
La importancia del sistema de equilibrio queda demostrada por el gran número de conexiones que establece con el cerebro. Estas conexiones revelan que las fuerzas de movimiento que creamos y encontramos en el entorno pueden llegar a afectar a muchas partes del cerebro, incluidas las que controlan la visión, el oído, el sueño, la digestión e incluso el aprendizaje y la memoria.
Todos los sistemas sensoriales utilizan detectores o receptores fuera del cerebro para recoger información sobre el entorno. Por ejemplo, el sistema visual utiliza receptores sensibles a la luz en la retina para detectar la luz visible. El sistema del equilibrio se basa en células receptoras especializadas y sensibles al movimiento en el oído interno.
Aunque obviamente está asociado a la audición, el oído interno es también el refugio del equilibrio. Tiene una estructura laberíntica, formada por una serie de canales y conductos llenos de líquido. Dentro de este laberinto hay cinco receptores del equilibrio que están perfectamente situados para detectar diferentes tipos de movimiento. Hay tres receptores para la rotación de la cabeza, otro para la aceleración horizontal y otro para la aceleración vertical (o gravedad).
Qué órgano mantiene el equilibrio del cuerpo
La información procedente del sistema vestibular (sensores de equilibrio del oído interno), el sistema visual (ojos) y el sistema propioceptivo (músculos, articulaciones y piel) se envía al cerebro a través del nervio vestibulococlear (también conocido como octavo nervio craneal). El tronco del encéfalo clasifica esta información y la combina con la procedente de otras dos partes del cerebro, el cerebelo y la corteza cerebral.
El cerebelo proporciona información sobre los movimientos automáticos aprendidos a través de muchas repeticiones, como el equilibrio en una bicicleta. La corteza cerebral proporciona información sobre cosas que ya se han aprendido, como caminar con los pies un poco más separados (marcha más ancha) cuando la acera está resbaladiza.
El sistema de equilibrio es muy redundante. El cerebro no necesita toda la información que le envían los sistemas vestibular, visual y propioceptivo. Dependiendo de lo que ocurra, el sistema del equilibrio elige qué información utilizar y cuál ignorar. Por ejemplo, cuando se está en una habitación oscura y la información de los ojos es reducida o poco fiable, el cerebro utiliza más información de los sistemas propioceptivo y vestibular. Del mismo modo, si una persona no tiene sensibilidad en las piernas y se siente como si estuviera de pie sobre un algodón, se utilizará la información de los sistemas visual y vestibular para mantenerla erguida.
¿Cómo mantiene el cuerpo el equilibrio y el balance?
El sistema vestibular, sin embargo, tiene varias entradas sensoriales: Los órganos del equilibrio del oído interno (cinco en cada lado), las entradas visuales y las entradas de los músculos y las articulaciones de las piernas y la columna vertebral. Estas entradas se unen en los centros de equilibrio del cerebro para dar una sensación de equilibrio. Esto constituye un “sexto sentido”, ya que envía al cerebro información sobre el movimiento y la orientación de la cabeza para que la procese y envíe las órdenes adecuadas a los distintos órganos para realizar las actividades de la vida diaria.
En acción, nuestro sistema vestibular tiene tres funciones principales: estabilidad de la mirada, estabilidad de la marcha y orientación espacial. Hemos hablado con el Dr. Steven Rauch, Director de la División Vestibular del Mass Eye and Ear, para saber más sobre estas funciones y por qué son importantes.
Más de lo que se ve a simple vista. Mire fijamente a un punto fijo de la pared que tiene delante mientras mueve la cabeza de un lado a otro. ¿Notas cómo tus ojos giran para mantenerse fijos en ese punto, en lugar de moverse con tu cabeza? Eso se debe a tu sistema vestibular. Al girar la cabeza, el sistema vestibular ayuda a girar los ojos. Esto se llama reflejo vestíbulo-ocular.