Símbolo de la paz interior
Yin y yang (/jɪn/ y /jæŋ/) es un concepto filosófico chino que describe fuerzas opuestas pero interconectadas. En la cosmología china, el universo se crea a partir de un caos primario de energía material, organizado en los ciclos del yin y el yang y formado en objetos y vidas. El yin es el principio receptivo y el yang el activo, que se observa en todas las formas de cambio y diferencia, como el ciclo anual (invierno y verano), el paisaje (sombra orientada al norte y luminosidad orientada al sur), el acoplamiento sexual (femenino y masculino), la formación de hombres y mujeres como personajes y la historia sociopolítica (desorden y orden)[1].
La noción de dualidad puede encontrarse en muchos ámbitos, como las Comunidades de Práctica. El término “dualismo-monismo” o monismo dialéctico se ha acuñado en un intento de expresar esta fructífera paradoja de unidad y dualidad simultáneas. El yin y el yang pueden considerarse fuerzas complementarias (en lugar de opuestas) que interactúan para formar un sistema dinámico en el que el todo es mayor que las partes reunidas[4]. Según esta filosofía, todo tiene aspectos yin y yang (por ejemplo, la sombra no puede existir sin la luz). Cualquiera de los dos aspectos principales puede manifestarse con más fuerza en un objeto concreto, según el criterio de la observación. El yin yang (es decir, el símbolo taijitu) muestra un equilibrio entre dos opuestos con una porción del elemento opuesto en cada sección.
Símbolos significativos
En 6AM creemos firmemente en la búsqueda constante del equilibrio en la vida, y especialmente en la industria y la escena de la vida nocturna. En la simbología china, el número “6” define el viaje de una persona, y nosotros creemos en la importancia del equilibrio a lo largo del viaje de la vida, sin importar a dónde nos lleve el camino. A través de este elemento universalmente equilibrado, se nos recuerda constantemente la necesidad de construir la simetría perfecta que define nuestra identidad. Quiénes somos, qué valoramos y hacia dónde nos dirigimos en este viaje son cuestiones que pueden definirse a través del descubrimiento del equilibrio dentro y alrededor de nosotros.
Símbolo de equilibrio
¿Experimenta una incapacidad para relajarse y dejarse llevar, ira y frustración que surgen rápidamente y encuentra la necesidad de estimulación constante y no puede quedarse quieto? ¿Le cuesta dormir o se siente inquieto? Para vivir una vida armonizada, necesitamos un equilibrio de energía yin y yang. Pero antes de que te asustes pensando que esto es un blog de WOO WOO, no lo es. El yin y el yang es simplemente una analogía para ilustrar el espectro extremo de los elementos en nuestra vida y cómo nos esforzamos constantemente por conseguir un equilibrio entre ellos. Para combatirlo, debemos nutrirnos introduciendo más actividades yin y un modo de vida más saludable. Si este es tu caso, sigue leyendo. ¡Hay ayuda!
Podemos elegir ser activos o pasivos mientras mantenemos la claridad, la quietud y la calma. Este blog examina cómo puedes seguir haciendo todas tus cosas de forma productiva y, al mismo tiempo, fluir con facilidad y menos estrés. Se trata de cómo conseguir el equilibrio entre la vida laboral y personal y el bienestar emocional mediante el concepto de la analogía del yin y el yang. Veamos primero qué es el yin y el yang.
Símbolo del equilibrio de la vida online
A lo largo de la historia, el concepto de equilibrio aparece en diferentes filosofías y creencias religiosas. Aristóteles introdujo la filosofía del justo medio, donde describía la moderación como virtud y enseñaba la idea de encontrar el equilibrio. El budismo tiene un concepto similar, ensalzando las virtudes del camino medio, que evita los extremos de la autoindulgencia y la abnegación. De este modo, el equilibrio siempre ha sido un aspecto importante para una vida bien vivida. A continuación, se presentan los distintos símbolos del equilibrio y su interpretación en las diferentes culturas del mundo.
Eta, la séptima letra del alfabeto griego, se asocia con el equilibrio y la armonía divina de los siete planetas. A principios del siglo IV a.C., las vocales griegas se atribuían a los planetas, y Eta correspondía a Venus o Marte, según el orden caldeo de los planetas. Se dice que el primer padre de la Iglesia, Ireneo de Lyon, también asoció la letra con uno de los siete cielos de los gnósticos, ya que se creía que cada cielo tenía su propio gobernante principal y sus propios ángeles.