Ejemplos de equilibrio emocional
De hecho, tenemos bastante control sobre nuestros pensamientos. Aunque a menudo no podemos controlar el pensamiento inicial que nos viene a la mente, siempre podemos controlar cómo pensamos sobre ese pensamiento o cómo respondemos a él.
Aunque parezca inverosímil si ves las noticias con regularidad, los seres humanos han sobrevivido y prosperado como especie durante cientos de miles de años porque somos extraordinariamente buenos cooperando y trabajando juntos.
Es decir, por supuesto que lo hacemos, ¿no? Las complejas jerarquías sociales y los acuerdos de cooperación nunca habrían sido posibles si no hubiéramos estado conectados para pensar en nuestra relación con los demás casi constantemente.
Las reacciones emocionales intensas y desequilibradas casi siempre implican a otras personas de alguna manera. Y ya sea porque te preocupas demasiado por cómo te percibe la gente o porque alguien ha hecho un comentario desagradable sobre ti y no puedes dejar de darle vueltas, la solución es la misma…
Si estableces un límite con tu jefe en el trabajo de que no te llevarás trabajo a casa los fines de semana, pero luego cedes rutinariamente y lo haces de todos modos, estás comunicando que tus deseos y necesidades no te importan realmente. Y esto hace más probable que en el futuro esos límites sean violados y tus emociones se vean perturbadas.
Cómo equilibrar las emociones
El trabajo, las tareas, los recados y los quehaceres se acumulan tanto que parece que hay que trabajar 25 horas, siete días a la semana, sólo para mantenerse al día. Otro correo electrónico marcado como urgente llega a tu bandeja de entrada. La vida moderna no tiene fin. Me pregunto si nuestra actual fascinación por las películas de zombis tiene que ver con la interminable cantidad de información sin sentido que tenemos que clasificar sólo para superar la jornada laboral media. En medio de nuestra propia crisis personal de muertos vivientes, a veces es más fácil cuidar de otras personas que de nosotros mismos. Cuando uno de nuestros amigos o familiares más cercanos comparte abiertamente que está sufriendo, nos lanzamos al modo de rescate con tanta rapidez que es fácil olvidar que también tenemos que salvarnos a nosotros mismos. Ciertamente, soy culpable de intentar complacer a los demás, de amoldarme a sus deseos y de poner en riesgo mi propio equilibrio emocional, sobre todo cuando se trata de la petición de alguien muy cercano a mí. A través de mi práctica de yoga, he aprendido algunas habilidades que me ayudan a cuidar de mí misma incluso cuando las demandas del mundo exterior ejercen una intensa presión. ¿Cómo puedes ser una buena asesina de zombis si tú misma no estás tranquila, centrada y relajada? Con estos nueve sencillos rituales de autocuidado que puedes integrar a lo largo del día, mantendrás a raya a los zombis y tendrás tiempo para ti y las cosas que más valoras. Publicidad
Persona emocionalmente equilibrada
La mayoría de nosotros pasamos el tiempo dándole vueltas a nuestros sentimientos en lugar de trabajar en ellos. Pero hay que recordar que nada es constante y que si te encuentras en una situación difícil, ésta también cambiará con el tiempo.
Aunque después de conseguir el equilibrio emocional en la vida, esto no significa que nunca volverás a estar triste, ansioso o distraído. Pero, como individuo emocionalmente equilibrado, estará en mejor posición para manejar estas emociones y avanzar sin quedarse estancado.
Por ejemplo, puede ser terminar en una hora una tarea que, en realidad, le llevaría más de cinco horas. Cuando tienes expectativas poco realistas, esto puede afectar a tu bienestar emocional. Además, es posible que las cosas no siempre ocurran como uno quiere, lo cual es un factor que conduce al resentimiento.
Para ello, es necesario tener metas y objetivos realistas, en lugar de fijarse objetivos imposibles, que provocan el fracaso.Como parte de la fijación de objetivos, puede crear listas de tareas pendientes, en las que puede marcar las tareas que ha completado. Esto te ayudará a mejorar la sensación de ti mismo.
Subjetividad emocional
El Equilibrio Emocional, también denominado Autocontrol Emocional, es una competencia del ámbito de la Autogestión. Las personas con puntos fuertes en Equilibrio Emocional encuentran formas de gestionar sus impulsos y emociones, incluso en situaciones de estrés.
El desarrollo del equilibrio emocional comienza con una base sólida de autoconciencia, el corazón de la inteligencia emocional. La autoconciencia nos permite reconocer nuestras emociones en el momento en que se producen y la forma en que nuestras emociones afectan a todos los aspectos de nuestra vida. Sin la autoconciencia, permanecemos en piloto automático y volvemos a caer en respuestas y rutinas de comportamiento incuestionables. Para lograr un cambio de comportamiento, primero debemos estar en sintonía con nuestras emociones y con la forma en que éstas influyen positiva y negativamente en nuestras vidas.
La concentración, una habilidad fundamental para la Inteligencia Emocional, es intrínseca a una serie de competencias, como la autoconciencia y el equilibrio emocional. En el lugar de trabajo, los líderes con fortalezas en autoconciencia emocional cultivan equipos enfocados que están comprometidos y motivados. Si bien hay varios tipos de enfoque, incluida la capacidad de centrarse en los demás, que requiere empatía, y el enfoque general, que está relacionado con la conciencia organizativa, el enfoque interno es el más esencial para el desarrollo del equilibrio emocional.