Oscilopsia
Los trastornos del equilibrio no son frecuentes en niños y adolescentes, pero pueden ocurrir más de lo que creemos. Los síntomas pueden pasar desapercibidos o atribuirse a otra causa. Los niños con problemas de equilibrio pueden parecer torpes o descoordinados. Pueden tener problemas para caminar, montar en bicicleta, hacer las tareas escolares o jugar.
Algunos niños y adolescentes pueden tener sólo signos leves que apenas se notan, mientras que otros pueden tener síntomas más graves. Los niños muy pequeños pueden no ser capaces de describir cómo se sienten. Los niños mayores y los adolescentes pueden quejarse de sentirse mareados, aturdidos o desorientados.
Las personas con trastornos del equilibrio también pueden tener pérdida de audición u otros problemas auditivos. Los sonidos pueden parecer apagados, sobre todo cuando hay ruido de fondo. Los niños también pueden tener dolor de oídos, presión o “plenitud” en los oídos y acúfenos (zumbidos u otros sonidos como pitidos, zumbidos o zumbidos en los oídos).
En la escuela, los problemas de equilibrio pueden dificultar la memoria, la concentración, la atención y el seguimiento de las instrucciones. Es posible que los niños no puedan oír al profesor o concentrarse en la pizarra, la pantalla o las tareas. Los problemas de equilibrio también pueden dificultar las clases de gimnasia o los deportes.
Problemas para caminar
Los problemas que afectan al equilibrio pueden hacer que te sientas mareado o como si la habitación diera vueltas y te fueras a caer. A veces, puede sentirse inseguro o inestable sobre sus pies, como si su cerebro y sus piernas estuvieran desconectados.
Muchos sistemas corporales, como el cerebro, los nervios, los músculos, los huesos, las articulaciones, los ojos, el oído interno y los vasos sanguíneos, deben trabajar juntos para mantener el equilibrio normal. Cuando alguno de estos sistemas no funciona bien, pueden producirse problemas de equilibrio. En ocasiones, los problemas de equilibrio se deben a problemas del sistema nervioso central, como el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos.
Muchas personas descartan los problemas de equilibrio como parte normal del envejecimiento. Si bien esto es cierto hasta cierto punto, es importante llamar la atención de su equipo médico sobre cualquier cambio notable en el equilibrio. Un deterioro rápido frente a una disminución gradual del equilibrio es una información importante para determinar la urgencia necesaria para ser evaluado por un proveedor de atención médica.
Si nota cambios graduales, como la necesidad de sujetarse a la barandilla de la escalera o de agarrarse al mostrador de vez en cuando, debe ponerse en contacto con su proveedor de atención primaria. Él o ella puede evaluarle en busca de signos de síntomas más preocupantes. En algunos casos, podría tratarse de algo sencillo, como la deshidratación, o de vértigo posicional paroxístico benigno, que puede tratarse con unas pocas sesiones de terapia.
Mareos al caminar
Muchos adultos mayores experimentan problemas de equilibrio y mareos. Los problemas pueden estar causados por ciertos medicamentos, trastornos del equilibrio u otras afecciones médicas. Los problemas de equilibrio son una de las razones por las que las personas mayores se caen. Mantener un buen equilibrio a medida que se envejece y aprender sobre la prevención de caídas puede ayudar a desplazarse, mantenerse independiente y realizar las actividades diarias.
Las personas son más propensas a tener problemas de equilibrio a medida que envejecen. En algunos casos, se puede ayudar a reducir el riesgo de padecer ciertos problemas de equilibrio, pero los problemas a menudo pueden empezar de forma repentina y sin una causa obvia.
Otros síntomas pueden ser náuseas y vómitos, diarrea, cambios en el ritmo cardíaco y la presión arterial, y sensación de miedo, ansiedad o pánico. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer en periodos cortos o durar mucho tiempo y pueden provocar fatiga y depresión.
Los ejercicios que implican mover la cabeza y el cuerpo de determinadas maneras pueden ayudar a tratar algunos trastornos del equilibrio. Los ejercicios específicos para cada paciente los desarrolla un fisioterapeuta u otro profesional que entienda el equilibrio y su relación con otros sistemas del cuerpo.
Marcha y equilibrio
El término “mareo” tiene un significado diferente para cada persona: algunos lo utilizan para describir la sensación de mareo o desequilibrio, mientras que otros lo utilizan para describir la sensación de que el entorno da vueltas.
Su médico de cabecera querrá saber exactamente a qué se refiere con “mareo” y comprobar que no está describiendo un vértigo, un tipo grave de mareo en el que se siente que el entorno gira o se mueve.
A veces, los mareos pueden estar causados por una afección del oído. Una forma sencilla de distinguir entre los mareos relacionados con el oído y los debidos a otras causas es determinar si se producen sólo cuando se está de pie o también cuando se está tumbado.
Si el mareo se produce cuando estás erguido, probablemente no esté relacionado con el oído. Los mareos que se producen cuando estás tumbado suelen estar causados por una infección vírica del oído, que no se puede tratar con antibióticos.
Si estás tomando medicamentos con receta, probablemente tu médico de cabecera los revisará para comprobar si los mareos son un posible efecto secundario. Si es necesario, puede prescribirte otro medicamento para que lo pruebes.