Malos resultados
El debilitamiento de los músculos o la mala visión pueden comprometer nuestra capacidad para mantenernos firmes sobre nuestros pies. También lo pueden hacer algunos medicamentos. Pero el proceso natural de envejecimiento no tiene por qué significar que se esté constantemente al borde de la caída.
Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), el VPPB es uno de los tipos más comunes de trastornos del equilibrio. Probablemente pocas personas hayan oído hablar de él. Pero si tiene más de 60 años, esté atento a su síntoma principal: vértigo intenso al mover la cabeza. Esto puede ocurrir incluso cuando simplemente se da la vuelta en la cama. Se trata de una alteración del oído interno que tiene varias causas, como una lesión en la cabeza, una infección del oído y el envejecimiento.
El vértigo que experimentan las personas con el síndrome de Ramsay Hunt suele ir acompañado de dolor de oído y pérdida de la capacidad de oír. Si usted o su ser querido mayor experimentan estos síntomas, busque ayuda médica.
Si los problemas de equilibrio persisten, es importante examinar detenidamente el entorno doméstico de la persona mayor. ¿Una casa antigua con poca iluminación o con varios tramos de escaleras supone un mayor riesgo de caídas?
Trastorno del equilibrio vestibular
Dawn Skelton es actualmente investigadora principal (IP) de un proyecto financiado por el Consejo de Investigación Médica llamado Seniors USP (understanding sedentary patterns) que estudia los determinantes del comportamiento sedentario.
Dawn Skelton es directora de Later Life Training Ltd, un proveedor de formación sin ánimo de lucro para profesionales de la salud y el fitness, especializado en el entrenamiento de la fuerza y el equilibrio para los adultos mayores más frágiles.
Todos nos hemos caído alguna vez en la vida. Pero a medida que envejecemos, los riesgos asociados a las caídas son mayores: perdemos fuerza física y densidad ósea, nuestro sentido del equilibrio se deteriora y tardamos más en recuperarnos de una caída. De forma alarmante, este proceso comienza alrededor de los 25 años. Las razones son variadas y complejas, pero si las comprendemos mejor, podemos encontrar formas de mitigar los efectos de la vejez.
Lo primero que hay que saber es que el cuerpo humano es intrínsecamente inestable, con una base pequeña en relación con su altura. Mantener una posición erguida y desplazarse de un lugar a otro sin perder el equilibrio es un reto continuo para nuestro cuerpo. Nuestro éxito depende del bienestar y la integración de muchos sistemas diferentes dentro de nuestro cuerpo.
Vértigo repentino
Esta información pretende ser una introducción general a este tema. Como cada persona se ve afectada de forma diferente por los problemas de equilibrio y vértigo, hable con su profesional de la salud para que le asesore de forma individual.
El desequilibrio significa no ser capaz de mantener el equilibrio, especialmente cuando se está de pie o caminando. La pérdida de equilibrio o balance es un síntoma, no un trastorno. Las causas más comunes de desequilibrio sin vértigo están relacionadas con una disfunción de los músculos, las articulaciones y los nervios periféricos (sistema propioceptivo), o del sistema nervioso central (cerebro).
Las personas con vestibulopatía bilateral tienen problemas de equilibrio pero no tienen mareos si el daño afecta a ambos oídos al mismo tiempo. Las personas con neuropatía periférica que no afecta a los nervios autónomos (que controlan los músculos de los órganos y glándulas internas) tienen problemas de equilibrio sin mareos.
Neuritis vestibular
¿Se ha sentido alguna vez mareado, aturdido o como si la habitación diera vueltas a su alrededor? Si esta sensación se produce con frecuencia, podría ser un signo de un problema de equilibrio. Los problemas de equilibrio pueden hacer que te sientas inestable. También puede tener visión borrosa, confusión y desorientación. Son una de las causas de las caídas y de las lesiones relacionadas con ellas, como la fractura de cadera.
Algunos problemas de equilibrio se deben a problemas en el oído interno. Otros pueden afectar a otra parte del cuerpo, como el cerebro o el corazón. El envejecimiento, las infecciones, los traumatismos craneoencefálicos, ciertos medicamentos o los problemas de circulación sanguínea también pueden provocar problemas de equilibrio.
Es importante que consulte a su médico sobre los problemas de equilibrio. Pueden ser un signo de otros problemas de salud, como una infección de oído o un derrame cerebral. Su médico puede enviarle a un especialista para que le haga un diagnóstico. Es posible que necesite una prueba de audición, análisis de sangre o estudios de imagen de la cabeza y el cerebro. Otras posibles pruebas examinan los movimientos de los ojos y cómo responde el cuerpo al movimiento.