Cómo ser emocionalmente independiente
Es absolutamente normal anhelar el apoyo emocional en una relación romántica. De hecho, es uno de los signos reveladores de que se está en una relación sana, cuando el apoyo emocional está presente de forma recíproca, tanto dado como recibido.
La vida de la mayoría de las personas, como la mía, mejora cuando tienen una relación satisfactoria y amorosa. Se sienten más vivas y eso les da más brillo. Al mismo tiempo, cuando el anhelo de apoyo emocional se convierte en una dependencia emocional, puede conducir a una dinámica de relación tóxica que, con el tiempo, tiene el poder de destruir una relación.
En mi experiencia clínica, los clientes que luchan contra la dependencia emocional suelen tener heridas de apego y sus necesidades no han sido satisfechas lo suficiente durante su crecimiento. Con frecuencia, han sufrido traumas en la infancia o abuso infantil. Nadie les ayudó a procesar su dolor ni les enseñó a manejar sus emociones de forma productiva. A menudo no son conscientes de que es su responsabilidad atender sus necesidades emocionales y no tienen las herramientas para hacerlo de forma productiva.
Adicción emocional
Este artículo fue escrito por Klare Heston, LCSW. Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente con licencia que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoramiento académico y supervisión clínica, Klare recibió su Master en Trabajo Social de la Virginia Commonwealth University en 1983. También tiene un certificado de postgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, así como una certificación en terapia familiar, supervisión, mediación y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR).
Es normal que se invierta emocionalmente en las personas que te importan, pero si sientes que no puedes ser feliz sin una determinada persona, has cruzado la línea de la dependencia emocional. La dependencia emocional puede ser difícil para ti y para tus relaciones, pero hay muchas maneras de recuperar tu independencia emocional. Nuestra guía te ayudará a romper esa dependencia para que puedas reconstruir relaciones más saludables.
Este artículo fue escrito por Klare Heston, LCSW. Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente con licencia que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoramiento académico y supervisión clínica, Klare recibió su Maestría en Trabajo Social de la Virginia Commonwealth University en 1983. También tiene un certificado de postgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, así como certificación en terapia familiar, supervisión, mediación y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR). Este artículo ha sido visto 67.581 veces.
Prueba de dependencia emocional
En cuanto oímos el término “dependencia emocional”, se nos viene a la cabeza la imagen sombría de que una persona depende de la otra para todo lo que hace, las decisiones que toma o los logros que consigue.
La dependencia emocional es un estado mental en el que una persona es incapaz de asumir la plena responsabilidad de sus propios sentimientos. Tienen emociones como la pena, el dolor, el desamor, la ansiedad y la depresión, pero no pueden abrazar, aceptar o alimentar estos sentimientos.
Tienden a no abordar la causa de estos sentimientos y eso les lleva a necesitar la aprobación de los demás. Dependen emocionalmente de los demás, especialmente de la aprobación y la atención de sus parejas para definir su valor y su personalidad.
La dependencia emocional se produce cuando dependemos de los demás para sentirnos felices, lo que puede tener consecuencias peligrosas que pueden afectar a nuestra tranquilidad y bienestar. La dependencia emocional puede ser todo un reto a superar porque requiere valor para aprovechar las fortalezas que nos ayudarán a ir más allá de nuestras necesidades de complacer a los demás. Sin embargo, es necesario saber cómo ser emocionalmente fuerte, si quieres alcanzar tu verdadero potencial.
Dependencia emocional
Cuando una persona es emocionalmente dependiente, termina en una situación romántica desequilibrada e incuestionablemente insana. El origen de la dependencia emocional es un profundo miedo al abandono. Así, una persona emocionalmente dependiente se encuentra en una situación de total dependencia emocional de la otra persona en su relación. La presencia o ausencia de esta otra persona controlará los comportamientos de la persona dependiente.
Su dependencia emocional les hace ser celosos, ansiosos, posesivos, invasivos, etc. Un poco como la adicción al alcohol o a las drogas, por ejemplo. Esencialmente, es imposible estar tranquilo porque todo gira en torno a la persona que cree amar, y subrayo “cree amar” porque un amor sano no debería implicar normalmente este tipo de dependencia.
Para dejar de ser emocionalmente dependiente, primero hay que empezar por ser consciente de ello. Debes reconocer claramente tu dependencia emocional, porque si te niegas a ver la verdad por lo que es, no podrás salir de esta trampa.