T 20 2022 | VIRAT KOHLI ADELAIDE 2012
La segunda lista incluye libros que enseñan a los niños a respirar a través de las emociones, a ser capaces de hacer una pausa antes de actuar, a ser conscientes de su cuerpo y mucho más. A través de los métodos de la atención plena, los niños pueden aprender a ser conscientes de sí mismos y a aplicar estrategias de autocontrol que se convertirán en habilidades de por vida para manejar el estrés y las emociones.
Y finalmente, la última lista incluye divertidos libros ilustrados que muestran a los personajes en situaciones risibles y relacionables. Los niños querrán leer estos libros una y otra vez, y quizás aprendan algunas habilidades de autorregulación en el camino.
1. ¿En qué estabas pensando? Una historia sobre cómo aprender a controlar los impulsos – Este libro sigue un día en la vida de Braden, un niño de tercer grado que está aprendiendo a controlar sus impulsos. Braden quiere ser gracioso y suelta cosas que no debería, reacciona a cosas que cree injustas sin pensar y se come un montón de magdalenas sin pensar para quién o para qué podrían ser. Por suerte, Braden cuenta con algunos adultos bastante comprensivos en su vida que le dan algunos consejos sobre cómo empezar a controlar sus impulsos: Detente, piensa y decide si tus acciones harán que la situación sea mejor o peor.
Canción del ABC: La letra Z, “I’ll Be with Z” de StoryBots | Netflix Jr
Es importante pensar en lo que vamos a hacer cuando sentimos ira. ¿Vamos a dejar que nos controle o vamos a tomar el control de ella?
Los cristianos creen que Dios puede ayudarnos a controlar emociones como la ira. Creen que Dios está con ellos en cada situación y quiere ayudarles a actuar y responder de una manera buena y útil a las situaciones que se presentan.
Los cristianos también creen que cuando nos equivocamos y perdemos los nervios y cometemos errores, Dios siempre quiere perdonarnos y ayudarnos a hacerlo mejor la próxima vez. Creen que Dios también quiere que perdonemos a la gente y que vivamos en paz.
Oración Querido Dios, ayúdanos a parar cuando nos enfadamos. Ayúdanos a pensar en cómo vamos a reaccionar y en lo que vamos a decir. Ayúdanos a tratar bien a los demás y a perdonar a los que nos hacen daño. Ayúdanos a recordar que quieres que vivamos en paz. Amén.
Hollerado – Pick Me Up
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Cómo Madeleine Albright utilizó las joyas como herramienta diplomática Había globos, mariposas y flores para significar optimismo y, cuando las conversaciones diplomáticas iban despacio, cangrejos y tortugas para indicar frustración.
En una ocasión, el líder ruso Vladimir Putin dijo al Presidente Clinton que sabía cuál sería el estado de ánimo de una reunión mirando el hombro izquierdo de Albright. (El pin de Albright con tres monos, que llevaba cuando hablaba de Chechenia, pretendía llamar la atención sobre el hecho de que Rusia adoptaba una postura de “no oír el mal, no ver el mal, no hablar el mal” respecto a las atrocidades chechenas). La ex secretaria de Estado dice que uno de sus propios pins -un antiguo alfiler de águila con un complicado cierre- estuvo a punto de sabotearla en su ceremonia de investidura. “Me lo puse, y de repente estaba con una mano en la Biblia y otra en el aire, y el alfiler se balanceaba con la brisa. No lo había abrochado bien”, dice Albright. “Tenía miedo de que se cayera sobre la Biblia”. Dejando de lado los accidentes, Albright dice que le encantaba expresarse con sus joyas. Y, añade, hacer declaraciones de moda -y comentar el atuendo de los demás- no es del todo inaudito en un entorno diplomático: “Uno piensa que los jefes de Estado sólo tienen conversaciones serias, [pero] en realidad suelen empezar realmente con el tiempo o con “me gusta mucho tu corbata”. “