Demasiado dependiente del novio
Desde el momento en que nacemos, todos somos dependientes. En el vientre de nuestra madre, cuando necesitamos alimentarnos, cuando aprendemos a caminar por primera vez y nos caemos, en nuestras primeras experiencias en el mundo en que vivimos, etc. En resumen, necesitamos un apoyo constante en alguna capacidad. Todos necesitamos a las personas, ya que somos seres sociales y emocionales.
Como ya se ha dicho, tener cierta dependencia de la pareja es normal. El problema comienza cuando esta dependencia emocional es excesiva y, por tanto, deja de ser saludable, no sólo para la persona dependiente sino también para su pareja.
Las personas excesivamente dependientes suelen arrastrar muchas inseguridades. Cuando no pueden sentirse lo suficientemente seguras en una relación, empiezan a surgir cuestiones relacionadas con el miedo a ser rechazadas, abandonadas o sustituidas. Cuanto más tienen que confiar en su seguridad para sentirse valorados, más dependen de la otra persona. Como consecuencia, se genera un fuerte apego y la persona acaba necesitando el apoyo de su pareja para vivir bien. Esto se convierte en una especie de “escudo protector” contra el miedo o el sufrimiento.
Dependencia emocional
Es absolutamente normal anhelar el apoyo emocional en una relación romántica. De hecho, es uno de los signos reveladores de que se está en una pareja sana, cuando el apoyo emocional está presente de forma recíproca, tanto dado como recibido.
La vida de la mayoría de las personas, como la mía, mejora cuando tienen una relación satisfactoria y amorosa. Se sienten más vivas y eso les da más brillo. Al mismo tiempo, cuando el anhelo de apoyo emocional se convierte en una dependencia emocional, puede conducir a una dinámica de relación tóxica que, con el tiempo, tiene el poder de destruir una relación.
En mi experiencia clínica, los clientes que luchan contra la dependencia emocional suelen tener heridas de apego y sus necesidades no han sido satisfechas lo suficiente durante su crecimiento. Con frecuencia, han sufrido traumas en la infancia o abuso infantil. Nadie les ayudó a procesar su dolor ni les enseñó a manejar sus emociones de forma productiva. A menudo no son conscientes de que es su responsabilidad atender sus necesidades emocionales y no tienen las herramientas para hacerlo de forma productiva.
Prueba de dependencia emocional
La dependencia emocional es un estado psicológico que se produce en las relaciones personales, ya sea con un familiar, una pareja sentimental o un amigo. Afecta a muchas personas, aunque muchas no son conscientes de ello. Las personas emocionalmente dependientes tienen una gran falta de autocontrol y sienten un gran malestar cuando no están cerca de la persona de la que dependen. Sienten la necesidad insaciable de estar con esa persona y son incapaces de cortar los lazos que les unen.
Aunque puede haber casos de dependencia emocional temporal, normalmente la persona que la experimenta repite el patrón de dependencia emocional a lo largo de su vida con su pareja sentimental pero también con su familia o amigos.
Las consecuencias psicológicas de la dependencia emocional son diversas y el efecto varía según el grado de dependencia y las características del individuo. En muchos casos, estas personas emocionalmente dependientes buscan a personas con un carácter dominante, posesivo y autoritario, alimentando así una relación tóxica de dominación. A veces, las personas con dependencia emocional no son capaces de abandonar una relación aunque estén siendo menospreciadas, utilizadas o maltratadas. Como resultado, la salud emocional se ve afectada por estas relaciones tóxicas.
¿Soy codependiente?
Estar en una relación feliz y comprometida va unido a saber que tu pareja te cubre las espaldas. Sabes que puedes apoyarte en ella en los momentos de necesidad. Y eso te hace sentir bien. Sin embargo, la dependencia también puede ser patológica. Es entonces cuando hablamos de dependencia emocional.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) reconoce el trastorno de la personalidad por dependencia como un trastorno ansioso de la personalidad. Su rasgo principal es un sentimiento general de impotencia y debilidad. Los individuos diagnosticados con este trastorno suelen ser sumisos. En diversos grados, son incapaces de cuidar de sí mismos.
Otros describirían a estos individuos como necesitados o pegajosos. En las raíces de esta dependencia de los demás se encuentra un profundo miedo al abandono. Para evitar el temido rechazo, la persona emocionalmente dependiente suele aferrarse a alguien que le importa hasta el punto de que la cercanía se vuelve excesiva.
Sin embargo, como habrá notado, los síntomas se centran más en la dependencia funcional. La dependencia emocional parece ser secundaria en la clasificación oficial. Por ello, algunos autores se pronuncian sobre los argumentos teóricos, etiológicos y empíricos de la existencia de la dependencia emocional como un trastorno independiente. Va más allá de los criterios anteriores.