Ejemplos de objetivos emocionales inteligentes
Para comprender mejor los objetivos del bienestar emocional, examinemos primero qué es el bienestar emocional. Es una forma de estar contigo mismo y con el mundo que te rodea. Se refiere a ser consciente de todas las diferentes emociones humanas y a comprender cómo te sientes, piensas y te comportas cuando las experimentas. Más allá de eso, el bienestar emocional es la capacidad de separarte de tus emociones, sabiendo que lo que sientes no representa de forma precisa y completa quién eres.
El bienestar emocional no es un concepto de lo uno o lo otro, algo que alguien tiene o no tiene. Este bienestar existe en un espectro que va desde la escasa percepción y regulación emocional en un extremo hasta la alta conciencia emocional y la capacidad de dejar que las emociones fluyan sin atascarse en ellas en el otro extremo. Las personas se mueven en el espectro. Nadie está atascado en un lugar determinado.
Por lo tanto, el objetivo general del bienestar emocional es tener una relación saludable con tus emociones para existir en el extremo superior del espectro. Aquí, todavía sentirás la gama de emociones. Aquí, tendrás días buenos y días malos. Tendrás interacciones positivas con los demás, así como negativas. El objetivo del bienestar emocional no es vivir en un mundo perfecto lleno sólo de emociones positivas. En cambio, es experimentar altibajos y vivir bien de todos modos, lejos del control de tus emociones fuertes.
Objetivos de bienestar social
Mucha gente se fija objetivos económicos, de peso, profesionales, etc., pero apenas se oye o se ve a la gente fijarse objetivos emocionales. Establecemos objetivos en otras áreas de nuestra vida y, en el proceso, ignoramos nuestro bienestar emocional. La vida emocional es lo más importante porque es la raíz de nuestras acciones;…
Mucha gente se pone objetivos de dinero, de peso, de carrera, etc., pero apenas se oye o se ve que la gente se ponga objetivos emocionales. Establecemos objetivos en otras áreas de nuestra vida y, en el proceso, ignoramos nuestro bienestar emocional. La vida emocional es lo más importante porque es la raíz de nuestras acciones; la mayoría de las veces actuamos de una manera determinada por cómo nos sentimos.
La mayoría de las personas permiten que sus emociones les gobiernen o estén a cargo de su vida en lugar de su razonamiento racional. Decidir qué hacer con tus emociones en lugar de permitir que tus emociones decidan lo que debes hacer, debería estar entre tus objetivos prioritarios para 2018.
Un alto nivel de Inteligencia Emocional (IE) puede asegurarte conseguir el trabajo con mayor facilidad; el 71% de los altos directivos consideran que la IE es más importante para los negocios que el coeficiente intelectual, y el 59% rechazaría inmediatamente al candidato con alto coeficiente intelectual (IQ), ¡pero baja IE! (Freedman, 2014)
20 objetivos emocionales
Pero hay un problema con este escenario: La fuerza de voluntad no suele funcionar. La fuerza de voluntad por sí sola no puede asegurar que retrases la gratificación o resistas la tentación para lograr tus objetivos a largo plazo. Fallará, y probablemente justo cuando más lo necesitas.
Es posible que algunos de ustedes ya hayan descubierto que esto es cierto. Piensa en las dietas que has empezado y dejado, en las tareas de trabajo que has pospuesto para salir con los amigos o en la cerveza de más que te has tomado cuando querías dejar de tomar una. Todos estos son casos en los que la fuerza de voluntad te ha fallado.
El problema es que cuando nos enfrentamos a la elección entre el placer actual y la recompensa en el futuro, a menudo elegimos lo primero. Esto se debe a que tomar decisiones difíciles es costoso en términos de nuestros recursos cognitivos: Cuanto más tengamos que resistir la tentación, más preparados estaremos para ceder a ella. Y cuanto más inseguros estemos de que nuestros esfuerzos actuales den resultado, menos probable será que tomemos la decisión más sabia. El sacrificio en el presente funciona si las recompensas futuras están garantizadas, cosa que rara vez ocurre, y menos aún si se ha crecido en un entorno difícil.
Objetivos emocionales a corto plazo
Según el conocimiento de los autores, este es el primer estudio que examina las metas de regulación de la emoción y los factores situacionales en combinación en eventos de emoción negativa. Nos centramos en los eventos negativos, ya que los individuos regulan las emociones negativas con más frecuencia que las positivas (Brans et al., 2013; English et al., 2017), los predictores de la regulación de las emociones solo se han estudiado en raras ocasiones en la vida cotidiana en general, y la regulación de las emociones negativas ofrece una base más sólida para el razonamiento teórico. Además, el estudio actual tiene una mayor resolución de la vida cotidiana y también recoge eventos con menor intensidad emocional. Estudios anteriores (por ejemplo, English et al., 2017; Kalokerinos et al., 2017a) examinaron el evento más negativo del día, mientras que nosotros nos centramos en el evento más negativo de las últimas 3 h. Así, este estudio capta una imagen más realista de la regulación de las emociones en la vida cotidiana.
Las situaciones en las que los individuos regulan sus emociones pueden diferir drásticamente entre sí (Bonanno y Burton, 2013; Aldao et al., 2015; Doré et al., 2016). Por ejemplo, los individuos pueden regular sus emociones en situaciones de intensidad emocional débil o fuerte. Nos referimos a las diferencias situacionales específicas como factores situacionales. Estudios anteriores mostraron que los factores situacionales afectan a la elección de la regulación de las emociones. Por ejemplo, la mayoría de los individuos prefieren la reevaluación cognitiva (distracción) sobre la distracción (reevaluación cognitiva) en situaciones de baja (alta) intensidad emocional (Sheppes et al., 2011). Dado que los factores situacionales a menudo determinan cómo los individuos regulan sus emociones, son cruciales para entender la regulación de las emociones en la vida cotidiana.