Cómo afectan las emociones a la salud física
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La ira, la frustración, el miedo y otras “emociones negativas” forman parte de la experiencia humana. Todas ellas pueden provocar estrés y a menudo se consideran emociones que hay que evitar, ignorar o repudiar, pero en realidad puede ser saludable experimentarlas. Un enfoque mejor es gestionarlos sin negarlos, y hay varias razones para ello.
La idea de “gestionar” las emociones negativas es compleja. No significa evitarlas -el afrontamiento por evitación es en realidad una forma de afrontamiento que intenta hacer esto, y a menudo puede ser contraproducente-. Tampoco significa dejar que estas emociones negativas causen estragos en su vida, sus relaciones y sus niveles de estrés. La ira no gestionada, por ejemplo, puede obligarnos a destruir relaciones si se lo permitimos.
Emociones negativas
En el estudio, publicado en línea en Psychological Science, los investigadores dividieron a 65 personas en dos grupos. Uno de ellos recibió formación en la antigua práctica de la meditación de bondad amorosa; el otro fue puesto en una lista de espera para la formación en meditación. Todos los participantes eran profesores o personal de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Ninguno tenía experiencia previa en meditación.
Los investigadores eligieron la meditación de bondad amorosa porque, según escriben, “enseña a los individuos a cultivar sentimientos de amor, compasión y buena voluntad hacia ellos mismos y hacia los demás”. Los participantes en el grupo de meditación asistieron a una clase de una hora a la semana durante seis semanas, y se les pidió que la complementaran con la práctica diaria en casa.
Cada día durante el periodo de entrenamiento, y durante dos semanas antes y una semana después, se pidió a los participantes de ambos grupos que informaran sobre la cantidad de tiempo que habían meditado, las emociones que habían sentido con mayor intensidad ese día y la calidad de sus interacciones sociales.
Cómo pueden influir las emociones en su salud general
Algunas personas son expertas en navegar por este complicado mundo de las emociones humanas, y otras tienen dificultades para expresar sus sentimientos de forma saludable. La alteración de la expresión plena de las emociones está relacionada con la mala salud.
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La salud emocional es la capacidad de una persona para aceptar y gestionar sus sentimientos a través de los retos y los cambios. Alguien que está emocionalmente sano puede permitir que sus emociones sean digeribles. Los problemas mundanos de la vida diaria ofrecen oportunidades para practicar respuestas, en lugar de reacciones, para permitir que la salud emocional florezca.
La salud general incluye aspectos físicos, emocionales, intelectuales, sociales y espirituales. Cuando están en equilibrio y alineados, los seres humanos prosperan. Cada una de estas áreas de la vida influye en las demás.
Efectos de las emociones negativas
Tener una perspectiva positiva no significa que nunca se sientan emociones negativas, como la tristeza o la ira, dice la Dra. Barbara L. Fredrickson, psicóloga y experta en bienestar emocional de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. “Todas las emociones -ya sean positivas o negativas- son adaptativas en las circunstancias adecuadas. La clave parece ser encontrar un equilibrio entre ambas”, afirma.
“Las emociones positivas amplían nuestra conciencia y nos abren a nuevas ideas, de modo que podemos crecer y ampliar nuestra caja de herramientas para la supervivencia”, explica Fredrickson. “Pero las personas necesitan las emociones negativas para atravesar situaciones difíciles y responder a ellas adecuadamente a corto plazo. Sin embargo, las emociones negativas pueden meternos en problemas si se basan en demasiadas cavilaciones sobre el pasado o en una excesiva preocupación por el futuro, y no están realmente relacionadas con lo que está ocurriendo en el aquí y el ahora.”
Los expertos afirman que las personas que están bien emocionalmente tienen menos emociones negativas y son capaces de recuperarse más rápidamente de las dificultades. Esta cualidad se llama resiliencia. Otro signo de bienestar emocional es ser capaz de mantener las emociones positivas durante más tiempo y apreciar los buenos momentos. Desarrollar un sentido y un propósito en la vida -y centrarse en lo que es importante para uno- también contribuye al bienestar emocional.