Cómo gestionar las emociones de tristeza – Trabajar con las emociones
La tristeza es una emoción natural y muy común. Lo más probable es que todos nos hayamos sentido un poco tristes en 2020, tal vez porque hacía mucho tiempo que no veíamos a nuestros amigos o podíamos viajar. Pero el mal humor no siempre es tan malo. A lo largo del tiempo, la humanidad ha apreciado los sentimientos negativos evocados por las desgracias inevitables; por ejemplo, las tragedias griegas, la música y la literatura clásicas que hacen hincapié en la tristeza envolvente, y los filósofos que animan a aceptar las adversidades inevitables de la vida. ¿Qué es la tristeza? Lo discutiremos aquí.
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Hay muchas razones por las que podrías sentirte triste, ya que la tristeza forma parte de nuestra vida. Podrías estar triste porque has perdido tu trabajo. O podrías estar triste porque no celebraste una fiesta importante con tus seres queridos. Tal vez hace mucho tiempo que no tienes una conversación sincera con un amigo cercano. Si te sientes triste, puede que también:Todos queremos ser felices. Pero la presión para ser feliz y alegre cada día puede ser extremadamente agotadora y perjudicial para nuestro bienestar real. Muchos filósofos sostienen que para ser felices, primero tenemos que permitirnos estar tristes. Para saber más sobre esta dualidad, puede consultar el siguiente vídeo:
Conoce tus emociones “por dentro”: Tristeza
Las emociones que pueden convertirse en negativas son el odio, la ira, los celos y la tristeza. Sin embargo, en el contexto adecuado, estos sentimientos son completamente naturales. Las emociones negativas pueden mermar nuestro entusiasmo por la vida, dependiendo del tiempo que dejemos que nos afecten y de la forma que elijamos para expresarlas. Las emociones negativas nos impiden pensar y comportarnos racionalmente y ver las situaciones desde su verdadera perspectiva. Cuando esto ocurre, tendemos a ver sólo lo que queremos ver y a recordar sólo lo que queremos recordar. Esto sólo prolonga el enfado o la pena y nos impide disfrutar de la vida. Cuanto más tiempo pase, más se consolida el problema. También puede ser perjudicial afrontar las emociones negativas de forma inadecuada, por ejemplo, expresando la ira con violencia. Las emociones son reacciones complejas Las emociones son reacciones complejas en las que intervienen muchos procesos biológicos y fisiológicos de nuestro cuerpo. Nuestro cerebro responde a nuestros pensamientos liberando hormonas y sustancias químicas que nos llevan a un estado de excitación. Todas las emociones surgen de esta manera, ya sean positivas o negativas. Es un proceso complejo y, a menudo, no tenemos las habilidades necesarias para lidiar con los sentimientos negativos. Por eso nos cuesta afrontarlos cuando los experimentamos. Cómo afrontar las emociones negativas Hay una serie de estrategias de afrontamiento para lidiar con las emociones negativas. Entre ellas se encuentran: Dónde buscar ayuda
Serie de emociones Parte III: Cómo ayudar a los niños a entenderlas
La tristeza es una emoción que suele caracterizarse por una gran cantidad de sentimientos que la acompañan, como la pérdida, la decepción, el desinterés, el bajo estado de ánimo, la impotencia y la desesperanza. Las causas y la percepción de la tristeza pueden variar según las culturas, ya que las ideas de pérdida y las expectativas de uno mismo y de los demás difieren ligeramente de una cultura a otra. Aunque sus causas varían, los síntomas de la tristeza suelen ser los mismos de un individuo a otro, e incluyen un estado de ánimo bajo, letargo, retraimiento social, períodos de llanto y distracción.
Es habitual juzgar o etiquetar una determinada emoción como positiva o negativa. La felicidad, por ejemplo, suele considerarse una emoción positiva. Del mismo modo, la tristeza suele percibirse como una emoción negativa. La ira suele considerarse una emoción insana. El hecho es que todas estas emociones desempeñan un papel en nuestro funcionamiento personal y social, por lo que todas son válidas y no es necesario juzgarlas positiva o negativamente.
Al igual que todas las emociones básicas esbozadas por Paul Eckman en los años 70[1], puede decirse que la tristeza tiene una función adaptativa. Cuando una persona experimenta la tristeza, se centra en el acontecimiento o la circunstancia que causó ese sentimiento en primer lugar. Por lo tanto, actúa como una herramienta de motivación para evitar ese evento o circunstancia en el futuro. Otro propósito de la tristeza es el fortalecimiento de los vínculos sociales. La tristeza visible en una persona puede evocar sentimientos de empatía y adquirir apoyo de los demás, fortaleciendo así los vínculos. Todo lo que sirva para fomentar y reforzar los vínculos sociales puede considerarse una ventaja evolutiva. Los humanos somos mamíferos relacionales, lo que significa que obtenemos nuestro sentido y propósito de la conexión con los demás.
PIXAR – INSIDE OUT HD – LA ALEGRÍA SE DA CUENTA DEL PORQUÉ DE LA TRISTEZA
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Hay muchos tipos diferentes de emociones que influyen en nuestra forma de vivir e interactuar con los demás. A veces, puede parecer que estamos gobernados por estas emociones. Las decisiones que tomamos, las acciones que realizamos y las percepciones que tenemos están influenciadas por las emociones que experimentamos en cada momento.
En los años 70, el psicólogo Paul Eckman identificó seis emociones básicas que, según él, se experimentan de forma universal en todas las culturas humanas. Las emociones que identificó fueron la felicidad, la tristeza, el asco, el miedo, la sorpresa y la ira. Más tarde amplió su lista de emociones básicas para incluir cosas como el orgullo, la vergüenza, el bochorno y la excitación.
El psicólogo Robert Plutchik propuso una “rueda de emociones” que funcionaba de forma parecida a la rueda de colores. Las emociones pueden combinarse para formar diferentes sentimientos, al igual que los colores pueden mezclarse para crear otras tonalidades.