Canalizar el significado de la ira
Es comprensible que las emociones estén a flor de piel en estos momentos. En el espacio de unos días, muchos de nosotros hemos pasado de nuestras rutinas habituales a un mundo de trabajo a distancia, distanciamiento social o refugio en el lugar. Mientras nos adaptamos a una nueva realidad y gestionamos una gran cantidad de incertidumbre en nuestro trabajo y en nuestras vidas, es importante dedicar tiempo a reconocer nuestras emociones y practicar su uso positivo para apoyar nuestro bienestar y productividad.
La verdad es que tenemos una amplia gama de emociones. Algunas son positivas, como la emoción que sientes cuando consigues dirigir un proyecto que se ajusta perfectamente a tus intereses o el sentimiento de orgullo que surge al ser reconocido por un trabajo excepcional.
Otras son más desafiantes, como la ansiedad que puede surgir al intentar adaptarse a una nueva realidad laboral o la frustración cuando no consigues ponerte de acuerdo con tus compañeros (o hacer que funcione el sistema de videoconferencia). Y a veces estos sentimientos se hacen más visibles, como han destacado muchos artículos sobre el tema.
Canalizar las emociones significado
El rostro humano cuenta una historia fascinante sobre la naturaleza de la fisiología y la psicología. Como modo de comunicación, la cantidad de información que el rostro humano transmite a través de las expresiones faciales es infinita. Aunque el rostro puede mostrar más de diez mil combinaciones únicas de expresiones faciales, sólo hay un puñado de expresiones específicas que han demostrado comunicar el mismo significado emocional universal. La felicidad, la ira, la tristeza, el desprecio, el asco, la sorpresa y el miedo constituyen las 7 emociones básicas y universales que todas las personas, independientemente de su raza, etnia, cultura, género, religión y edad, expresan utilizando las mismas combinaciones musculares específicas de la cara.
Nuestras expresiones faciales están diseñadas para comunicar nuestras emociones más básicas pero necesarias para la supervivencia. Pensemos, por ejemplo, en la emoción de la tristeza. En un estado de tristeza nuestro cuerpo se deprime, la energía se agota y nuestra capacidad de respuesta o de defensa se ve incapacitada. La expresión facial de tristeza se convierte en el principal modo de comunicación que indica a los demás que necesitamos ayuda. Mirar a un padre afligido por la pérdida de un hijo desencadena fácilmente para la mayoría de los observadores una abrumadora sensación de empatía. Por otro lado, una expresión de enfado suele servir como señal de advertencia y, en determinadas situaciones, puede ser una advertencia que salve vidas, especialmente en el caso de las agresiones físicas.
Canaliza tus emociones
En un artículo de opinión publicado en el New York Times el 20 de enero de 2005 -el día de la segunda toma de posesión del Presidente George W. Bush-, el psicólogo de Harvard Dan Gilbert sostenía que la mayoría de las personas tienen el hábito de “razonar [su] camino hacia la felicidad”. Las emociones más oscuras son incómodas, por lo que estamos muy motivados para deshacernos de ellas lo antes posible. En su artículo, Gilbert planteó un reto a los que están molestos por la reelección de Bush: Resistir ese impulso.
“La indignación, la ira, el miedo y la frustración son emociones desagradables que la mayoría de nosotros vencemos mediante un razonamiento ingenioso; pero las emociones desagradables también pueden ser estímulos para la acción, impulsos clamorosos que podemos acallar por nuestra cuenta y riesgo”, escribió. “Tal vez durante los próximos cuatro años, todos haríamos bien en suprimir nuestro talento natural para la felicidad y esforzarnos, en cambio, por estar verdadera y profundamente angustiados”.
En la década que ha transcurrido desde que Gilbert escribió aquella columna para el Times, una oleada de investigaciones sobre las emociones desagradables ha confirmado su utilidad. La ira, en particular, ha demostrado ser un sentimiento poderoso; la exposición a ella puede ayudar a clarificar tu misión y calcificar tu motivación, argumentan los autores de un estudio de 2010 en Psychological Science. Es un pequeño pero importante regalo que te ha proporcionado esta semana: Por una vez, tu vida y tu trabajo parecen perfilados en blanco y negro. Ves lo que puedes hacer -lo que necesitas hacer- para alinear tus acciones con tus creencias. “Puedes pensar en estas emociones como señales”, dijo a Science of Us Todd Kashdan, psicólogo de Georgetown y coautor del libro de 2014 The Upside of Your Dark Side. “Te dicen lo que debes hacer en este momento”.
Significado del canal
AlegríaLa alegría crea el impulso de jugar y ser juguetón (Ellsworth y Smith, 1988). Es la emoción que empuja los límites de uno y ayuda a su creatividad. Los niños que abrazan el juego y la alegría son capaces de participar en juegos bruscos, se comunican bien con sus compañeros y pueden interactuar fácilmente con los objetos de su entorno.La alegría y el juego ayudan a desarrollar nuestras habilidades físicas, intelectuales y sociales. Lo que puedes hacer:
OrgulloEl orgullo sigue a los logros personales. El orgullo se amplía cuando se crea el impulso de compartir las noticias de esos logros con los demás. Para fomentar el orgullo, hay que prever una serie de logros aún mayores en el futuro.El orgullo nos permite crecer y alimentar nuestra autoestima. El orgullo nos ayuda a sentirnos motivados y dedicados a los logros.Qué puedes hacer:
InterésEl interés es la emoción que da forma a la necesidad de explorar y asimilar nueva información y experiencias. Nos guía para ampliar nuestros horizontes y aprender más sobre nosotros mismos y sobre lo que nos apasiona.Sin embargo, habrá momentos en los que podemos “caer” en nuestros intereses. Las cosas pueden parecer mundanas o rotativas. El trabajo siempre implicará la realización de actividades o tareas que no son intrínsecamente interesantes para nosotros (Kashdan y Fincham, 2004). El reto de afianzar el interés es ver la maravilla y el asombro en todo.Lo que puedes hacer: