Inteligencia emocional para el desarrollo infantil pdf
Las emociones son las que nos ayudan a obtener significado del mundo que nos rodea. Sin ellas, experimentaríamos la vida con la vivacidad de la lectura de un manual técnico de reparación de transmisiones. Aunque nuestras emociones -buenas o malas- aportan gran parte de la emoción de la vida, todavía hay mucho sobre ellas que desconocemos.
Los investigadores llevan décadas estudiando las emociones y todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. Dicho esto, sabemos que el desarrollo emocional es clave para llevar una vida sana. Entonces, ¿qué se puede hacer para facilitar este crecimiento emocional en los niños pequeños? Hemos pedido a padres, psicólogos y educadores que nos cuenten todo lo que saben sobre este proceso, incluyendo consejos para los cuidadores en cada etapa.
Cada niño es único y se desarrolla de forma diferente, pero en general, hay tres pasos principales para construir una caja de herramientas emocionales bien equipada, y no se dan por sí solos. Implican la práctica y el apoyo de quienes entienden lo importante que es la inteligencia emocional.
¿Recuerda la primera vez que compartió su juguete favorito de la infancia? Tal vez se fijó en alguien que necesitaba animarse. Lo que antes habría provocado una crisis, ahora lo haces de buen grado. Puede que no lo supieras en ese momento, pero ese fue un gran paso en tu propio crecimiento emocional, y ese crecimiento fue significativamente guiado por los adultos en tu vida.
La inteligencia emocional en la primera infancia
Los años de la primera infancia son muy emocionantes. Es en estos momentos, desde el nacimiento hasta el quinto grado, cuando tiene lugar el mayor trabajo de desarrollo. La cultura, la mente del individuo, la disposición del aula, los compañeros, la situación y las circunstancias afectan a todos los aspectos de estos primeros años de desarrollo. Como educador de la primera infancia del siglo XXI, usted comprende el valor de mantener los modelos contemporáneos de educación y el valor de buscar alternativas cuando el molde no se ajusta a su grupo único de jóvenes estudiantes. Es un campo apasionante que sigue desarrollándose y evolucionando y, en algunos casos, retrocede o se desvía para descubrir métodos menos conocidos de trabajar con los pequeños aprendices. Diríjase a Italia, Hungría o, hace décadas, a Rusia, y encontrará algunas ideas muy inspiradoras sobre el desarrollo infantil que nosotros, como cultura, quizá no hayamos estudiado. Tal vez también se sienta revitalizado para incluir la justicia social en su paradigma educativo, reconociendo que los primeros años moldean el tipo de personas que somos y en las que nos convertimos. Nuestro top 25 de los mejores libros sobre educación infantil ofrece tanto directrices exhaustivas como más afinadas para educar a este grupo de mentes tan importante. En nuestra lista tenemos algo para los padres, para los nuevos profesores, para los veteranos y para cualquiera que esté interesado en profundizar en el campo de la educación infantil.
La inteligencia emocional en el desarrollo infantil
Ser capaz de reconocer los propios sentimientos indica una buena inteligencia emocional. Esto tiene un impacto directo en tu capacidad para gestionar tu propio bienestar y salud mental. Si no sabes cómo te sientes, ¿cómo puedes ayudarte a ti mismo a sentirte mejor?
Ser consciente de tus propios sentimientos significa que puedes navegar a través de situaciones difíciles, apoyar a otros con empatía, alimentar relaciones profundas y escuchar lo que “se siente” bien para ti en base a tus reacciones internas. Por ejemplo, “puedo identificar que este amigo me hace sentir incómodo y juzgado, así que voy a buscar otra persona con la que pasar el tiempo y que me haga sentir valorado…”.
Para poder aprovechar todos los beneficios de nuestras emociones, primero debemos ser conscientes de ellas. Esta conciencia sólo puede desarrollarse en los niños con la ayuda de un adulto y esta aportación es más eficaz en los primeros años.
Desgraciadamente, cada vez más niños no reciben la información que necesitan para aprender qué sienten y cómo se llaman sus sentimientos. Esta retroalimentación puede ser tan sencilla como que un adulto que se preocupe por el niño lo abrace y reflexione con él:
Cómo enseñar inteligencia emocional a un niño
Los padres ayudan a fomentar las habilidades socioemocionales para que los niños desarrollen relaciones sanas con sus amigos y familiares. Ya desde que es un bebé, su hijo capta la forma en que usted responde a sus necesidades sociales y emocionales. Se siente seguro en casa y en tu presencia. Aprenden a empatizar, a responder a las emociones de los demás y a decir “lo siento” siguiendo tu ejemplo.
El crecimiento socio-emocional lleva tiempo. Las primeras experiencias con la familia, los cuidadores y los compañeros tienen un gran impacto en el desarrollo social y emocional, pero a lo largo de nuestra vida seguiremos siendo moldeados por nuestras experiencias. Estas experiencias pueden incluir conocer gente nueva, superar situaciones difíciles o incluso criar a los hijos.
Cuanto antes reciba su hijo ayuda para desarrollar sus habilidades socioemocionales, mejor será su salud y bienestar. Su proveedor de servicios sanitarios puede ayudarle a abordar el problema o remitirle a alguien que pueda ayudarle.