Dolor emocional
PublicidadStockyimages/ShutterstockCuando escuchas una mala noticia, es posible que sientas que se te “cae el corazón” o que tengas que lidiar con un “dolor de corazón”. Estas metáforas no se limitan a describir emociones intensas, sino que apuntan a la fascinante forma en que nuestro cuerpo experimenta estos sentimientos, tanto emocional como físicamente. Pero seguramente eso no tiene sentido: todos sabemos que el corazón es simplemente un símbolo del amor y el dolor, y que todo el “sentimiento” lo hace nuestro cerebro. Entonces, ¿cómo es que las emociones intensas desencadenan sensaciones específicas en nuestro pecho?
La respuesta es sencilla: los científicos no están muy seguros. Robert Emery y Jim Coan, profesores de psicología de la Universidad de Virginia, explican en Scientific American que podría deberse a la corteza cingulada anterior, una región del cerebro que se cree que regula las reacciones emocionales. Sugieren que el córtex cingulado anterior se vuelve más activo durante las situaciones de estrés. Se cree que esta región estimula el nervio vago, que comienza en el tronco cerebral y se conecta con el pecho y el abdomen. Se cree que esta estimulación provoca el “dolor” que sentimos en el pecho. Publicidad
Dolor emocional crónico
Dos tipos de estrés – emocional o físico – suelen causar el síndrome del corazón roto. Pero aunque la mayoría de las personas que lo padecen experimentan un acontecimiento estresante, hasta el 30% de los pacientes no tienen un desencadenante identificable en el momento de los síntomas iniciales.
El músculo cardíaco puede verse abrumado por una cantidad masiva de adrenalina que se produce repentinamente en respuesta al estrés. El exceso de adrenalina puede provocar el estrechamiento de las pequeñas arterias que suministran sangre al corazón, causando una disminución temporal del flujo sanguíneo al corazón.
Por otra parte, la adrenalina puede unirse directamente a las células del corazón, provocando la entrada de grandes cantidades de calcio en las células. Este gran aporte de calcio puede impedir que las células del corazón latan correctamente. Parece que los efectos de la adrenalina en el corazón durante el síndrome del corazón roto son temporales y completamente reversibles: el corazón suele recuperarse por completo en días o semanas.
La buena noticia es que esta condición puede mejorar muy rápidamente si los pacientes están bajo el cuidado de médicos familiarizados con el síndrome. Incluso las personas que padecen esta enfermedad en estado crítico tienden a recuperarse.
Opresión en el pecho ansiedad
El síndrome se detectó por primera vez en Japón en 1990, donde los médicos descubrieron que las personas presentaban los síntomas de un ataque al corazón durante las pruebas iniciales. Sin embargo, los angiogramas cardíacos de seguimiento que buscan los coágulos sanguíneos característicos de un ataque cardíaco salieron limpios.
Cardiomiopatía significa un debilitamiento del músculo cardíaco, de la bomba del corazón. Takotsubo es el término japonés para una especie de olla especialmente diseñada para atrapar pulpos, de entre todas las cosas. Cuando los investigadores japoneses que identificaron por primera vez el síndrome examinaron los corazones de los primeros pacientes, observaron el mismo tipo de apariencia que la olla de takotsubo. El ápice o la punta del corazón se hincha y la base del corazón se contrae normalmente.
Sin embargo, la enfermedad recibió el apodo de “síndrome del corazón roto” cuando los investigadores empezaron a observar que a menudo un factor de estrés emocional o mental, como la pérdida de un ser querido o un divorcio, había precedido a los síntomas.
Los síntomas que se presentan con más frecuencia son dolor en el pecho y dificultad para respirar, y los pacientes con estos síntomas deben considerarlo una emergencia y buscar atención médica inmediata, ya que puede tratarse de un ataque cardíaco agudo. Los pacientes también suelen presentar un electrocardiograma anormal, un ecocardiograma anormal y un biomarcador elevado en la sangre. En conjunto, los individuos con el síndrome se presentan como si tuvieran un ataque al corazón.
Síndrome del corazón roto
términos como “dolor de corazón” y “desgarro de tripas” son más que meras metáforas: describen la experiencia del dolor tanto físico como emocional. Cuando sentimos dolor de corazón, por ejemplo, estamos experimentando una mezcla de estrés emocional y las sensaciones inducidas por el estrés en nuestro pecho: tensión muscular, aumento del ritmo cardíaco, actividad estomacal anormal y falta de aliento. De hecho, el dolor emocional afecta a las mismas regiones del cerebro que el dolor físico, lo que sugiere que ambos están inextricablemente conectados.
Pero, ¿cómo desencadenan las emociones las sensaciones físicas? Los científicos no lo saben, pero recientemente los investigadores del dolor han descubierto una posible vía que va de la mente al cuerpo. Según un estudio de 2009 de la Universidad de Arizona y la Universidad de Maryland, la actividad de una región del cerebro que regula las reacciones emocionales, denominada corteza cingulada anterior, ayuda a explicar cómo un insulto emocional puede desencadenar una cascada biológica. Durante una experiencia especialmente estresante, el córtex cingulado anterior puede responder aumentando la actividad del nervio vago, el nervio que parte del tronco cerebral y se conecta con el cuello, el pecho y el abdomen. Cuando el nervio vago está sobreestimulado, puede causar dolor y náuseas.