Inteligencias múltiples
Las teorías de la inteligencia en psicología son el factor g de Spearman, la teoría de la inteligencia emocional de Goleman, la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner y la teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg.
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner defiende un conjunto básico de al menos ocho tipos de inteligencia diferentes. Se trata de la inteligencia lingüística, lógico-matemática, interpersonal, intrapersonal, espacial, corporal-cinestésica, musical y naturalista.
Aunque tanto Sternberg como Gardener creían que la inteligencia era algo más que un simple factor g, las teorías de Gardner y Sternberg sobre las inteligencias múltiples difieren porque Gardner amplió la noción de inteligencia mucho más allá de un solo elemento -¡o tres elementos!
Prueba de tipo de inteligencia
La visión tradicional de la inteligencia siempre ha sido que las personas nacen con una cantidad fija de inteligencia en la que ese nivel no cambia a lo largo de la vida (Hampton, 2008). Según la visión tradicional de la inteligencia, ésta se compone de dos habilidades: la lógica y el lenguaje. Los tests de respuesta corta, como el Stanford-Binet Intelligence Test y el Scholastic Aptitude Test, son formas habituales de medir la inteligencia.
Sin embargo, en los últimos veinte años aproximadamente, una visión más moderna de la inteligencia ha empezado a sustituir a las visiones tradicionales existentes. Una amplia investigación ha demostrado que es posible tener más de una inteligencia y que el nivel de inteligencia puede cambiar a lo largo de la vida. Esta teoría de la inteligencia se denomina Inteligencias Múltiples, creada por el doctor Howard Gardner, psicólogo y profesor de neurociencia de la Universidad de Harvard.
Según Gardner, “la inteligencia es la capacidad de responder con éxito a nuevas situaciones y la capacidad de aprender de las experiencias pasadas” (Hampton, 2008). Gardner cree que “todos poseemos al menos [siete] inteligencias únicas a través de las cuales somos capaces de aprender y enseñar nueva información” (Hampton, 2008). Cree que “todos podemos mejorar cada una de las inteligencias, aunque algunas personas mejorarán más fácilmente en un área de la inteligencia que en las demás” (Hampton, 2008).
Tipos de inteligencia
¿Por qué molestarse en estudiar la Inteligencia Emocional? Bueno, ¿te imaginas un mundo en el que no entendieras ninguno de tus sentimientos? ¿O en el que no pudieras percibir que otra persona está enfadada contigo por su mirada feroz? ¡Sería una pesadilla!
También esperamos responder a algunas de sus preguntas sobre la inteligencia emocional, como “¿la inteligencia emocional implica competencias específicas?” y “¿está la inteligencia emocional vinculada a los rasgos de la personalidad?”. ¡Que lo disfruten!
Antes de seguir leyendo, pensamos que le gustaría descargarse gratuitamente nuestros 3 Ejercicios de Inteligencia Emocional. Estos ejercicios, basados en la ciencia, no sólo mejorarán tu capacidad para comprender y regular tus emociones, sino que también te darán las herramientas necesarias para fomentar la inteligencia emocional de tus clientes, alumnos o empleados.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia emocional? Empecemos por hablar de “inteligencia”. La inteligencia se refiere a la capacidad mental humana única para manejar y razonar sobre la información (Mayer, Roberts y Barsade, 2008).
Test de inteligencias múltiples
El término inteligencia emocional fue introducido en un artículo de 1990 por Peter Salovey y John D. Mayer. Describieron la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades que implican la capacidad de controlar los sentimientos y las emociones propios y ajenos, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y la acción propios. Salovey y Mayer introdujeron el término como un desafío a los teóricos de la inteligencia para que contemplaran un papel más amplio para el sistema emocional en los esquemas conceptuales de las capacidades humanas, y a los investigadores de la emoción que históricamente habían considerado la excitación del afecto como desorganizadora de la actividad cognitiva. Siguiendo el espíritu de Charles Darwin, quien, en su libro de 1872 La expresión de las emociones en el hombre y los animales, consideraba que el sistema emocional era necesario para la supervivencia y que proporcionaba un importante sistema de señalización dentro de las especies y entre ellas, Salovey y Mayer hicieron hincapié en la funcionalidad de los sentimientos y describieron un conjunto de competencias que podrían subyacer al uso adaptativo de la información cargada de afecto.